(Marc)
Siento los labios de mi esposa sobre mis ojos todavía cerrados. Noto como se coloca a horcajadas sobre mí y se mueve sensualmente. Suelto un gruñido y ella me regala una de esas risas que tanto me gustan. Abro los ojos y la pego a mí.
- Despiértame otra vez.
- Pero, ¿y si te despierto así? –dice y empieza a dar saltos encima de mí.
- Mucho así mejor princesa.
Empezamos a besarnos. Nos damos media vuelta y ahora es su espalda la que está contra el colchón. Voy levantando poco a poco la camiseta que lleva mientras cubro de besos su abdomen. Sigo quitándole el pantalón corto que tiene y mis labios se posan en los suyos. Me vuelve loco que no lleve ropa interior. Volvemos a girar y ahora mi princesa está quitando mi bóxer con la boca.
- Ven aquí –la arrastro hacia arriba y la penetro.
Nos besamos sin descanso en lo que nuestros cuerpos se funden en uno. Es ese momento pasa lo que menos me espero.
- Marc tu... perdón.
- Joder Fabio. ¿No podías esperar?
- ¿Cómo voy a saber que estabais
- Ya da igual. ¿Qué pasa? –pregunto mientras Leli se baja de mí.
- Ha sonado el teléfono, Alex lo ha cogido y se ha quedado paralizado. No dice nada ni se mueve.
- ¿Mi hermano? Es imposible.
- Marc, la llamada ha debido de ser muy fuerte. Tenemos que bajar –me dice mi mujer.
- Sí. Porque a mí ya se me ha bajado otra cosa.
- Lo siento. Es que no me lo esperaba.
- No importa Fabio. Era importante. Ahora bajamos –contesta Leli.
Fabio nos deja a solas y podemos vestirnos. Lo hacemos rápido para ver lo que nos ha dicho Fabio porque no nos lo acabamos de creer.
- Marc por favor, haz algo. No ha dicho ni hecho nada desde que colgó el teléfono.
- Lo intentaré Val, te lo prometo. Pero ya conoces a mi hermano.
Al entrar en la cocina lo veo sentado en uno de los taburetes de la isla. Mira hacia abajo y no puedo descifrar lo que sus ojos transmiten. ¿Dolor? ¿Miedo? ¿Sorpresa? No lo sé y tengo que hacer que me hable. Lo tengo jodido.
- Alex, me has sacado de la cama cuando estaba a punto de darte otro sobrino. ¿Qué era esa llamada?
- Era... Era la mujer de Rossi.
- ¿Y qué quiere? Yo ya no tengo nada que ver con su marido.
- Valentino está muerto.
Las palabras de mi hermano me hacen palidecer. Ya no quería saber nada de Rossi, pero tampoco le deseaba la muerte.
- ¿Qué ha pasado?
Alex rompe a llorar, lo que me da a entender que lo que ha pasado es algo fuera de lo común.
- Alex, dime lo que ha pasado. No puedes sufrir tú solo.
(Alex)
Me he levantado pronto y estoy en el jardín dando de comer a todos los animales. Sí, también a Titán. En cuanto acabo, me pongo a desayunar en completo silencio. Solo yo estoy despierto.
- Buenos días mi amor.
- Val mi vida. Buenos días –la saludo con un beso.
- Buenos días pareja.
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Una vida en conjunto (EJDP2)
Fanfiction¿Qué pasó con los chicos después de "El jefe de papá"? Las familias han crecido y ahora viven todos juntos. Las aventuras no faltan para los chicos y sus mujeres.