Capítulo 16

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(Marc)

Hace dos años que mi preciosa mujer me dio otro pequeño más al que adorar. Nuestro pequeño Dani pasa el día corriendo por casa y persiguiendo a su madre a todos lados. Desde que nació, decidimos que Leli no fuera más a los Grandes Premios como mi mecánica.

- ¿A qué hora nos vamos? -me pregunta Leli con Dani en brazos.

- En un par de horas nos vamos.

Esta semana va a ser la primera vez que llevamos a nuestro pequeño a una de las carreras. Le gusta mucho vernos correr por la tele, pero no sé como se lo va a pasar metido en el box sin poder hacer mucho.

- Mami -Dani nos llama la atención frotándose la tripa.

- ¿Tienes hambre peque? -asiente-. Vamos a por una galleta a la cocina.

Los dos salen del despacho y aprovecho para subir a la habitación para comprobar que las maletas están listas para poder irnos y las dejo en la entrada de la casa.

Cuando vuelvo al salón, veo a mi hijo mayor con Joana en el sofá muy acaramelados. Los chicos y yo hemos tenido bastantes conversaciones a cerca de que los niños tengan pareja pero, cuando tocamos en tema con nuestras mujeres, nos dicen que dejemos las cosas tal y como están. Que no hacen nada malo, pero no nos convencen.

- ¿Vosotros dos no estáis demasiado cerca?

- Lo sentimos tío Marc -me contesta Joana separando a Joel de su lado.

Mi hijo me mira con cara de pocos amigos y yo me voy a la cocina para avisar a Leli de que nos tenemos que ir ya. No porque lleguemos tarde, sino porque ver a esos dos juntos me ha puesto nervioso y no quiero hacer nada de lo que me pueda arrepentir.

(Joana)

En cuanto nuestros padres y la tía Leli se van, Joel y yo nos metemos en mi habitación para ver películas. Tenemos suerte de que nuestras madres estén de nuestro lado y que ellos trabajen siempre fuera de casa. Tenemos bastante tiempo solos, aunque son siembre menos de los que queremos.

- Por fin vamos a poder tener tiempo sin que nos interrumpan.

- Sí. El momento con tu padre me ha hecho sentir incómoda.

- Dejemos de pensar en papá y disfrutemos. ¿Qué pelis quieres ver?

- Cualquiera, pero en la que nos podamos abrazar.

Joel sonríe y coge mi ordenador antes de tumbarse en la cama conmigo y elegir en la primera película de la que le gusta la portada.

(Lau)

Isel se ha ido a la playa donde estoy segura de que se va a encontrar con su novio. Joel y Joana están en la habitación de mi hija y Hugo está hablando con alguien por el móvil. ¿Tendremos visita hoy?

- Ya tenemos a los chicos en su mundo -dice Diana entrando en la biblioteca.

- Menos mal que los chicos no están.

- Corazón que no ve, corazón que no siente -caturrea.

Niego divertida con la cabeza y sigo leyendo uno de los cientos de libros que Leli tiene en su biblioteca. Me he aficionado a pasarme largas horas aquí después de trabajar.

- Tía, ¿sabes dónde está mamá?

- Pues estaba aquí hace un momento. ¿Necesitas algo?

- Quiero ir al parque a ver a Clara.

- Ve. Yo se lo digo luego a tu madre.

A Hugo no le da tiempo a decir nada porque sale corriendo y, al cabo de segundos, escucho la puerta de casa abrirse y cerrarse.

Paso unos minutos más leyendo y algo al jardín en el que está Val haciendo yoga. Me acerco a ella y, aunque no pienso unirme a su actividad, me siento en el césped a su lado y le cuento como están las cosas en casa con los niños y ella se ríe.

- A los chicos les va a dar un infarto cuando los niños se casen. Aunque tengan 30 años. Son muy exagerados.

Val tiene toda la razón. Nuestros maridos se piensan que los chicos siguen siendo unos niños y estoy segura de que, a la edad de nuestros hijos, ellos también se fijaban en las chicas.

- Habrá que hacer de muro de contención con los chicos.

- Seremos como militares.

(Leli)

En cuanto llegamos al circuito Dani se vuelve como loco. Ver tanta gente lo pone hiperactivo y a mí me empieza a dar miedo el no saber como controlar a este pequeño.

- Va a ser un fin de semana largo nena.

- Con este pequeño, seguro. Vamos al box. A ver si podemos enseñarle la moto antes de todo el ruido.

Nos despedimos del resto de la expedición y, con Dani en brazos de mi padre, vamos al box donde la moto ya está fuera y nuestro pequeño se vuelve loco con lo grande que es y los colores tan brillantes que tiene.

- ¿Te gusta la moto de papi?

- Mucho -contesta abriendo los brazos.

- Ven peque. Hay que dejar que el abuelo y papi trabajen -cojo a Dani y nos vamos al motorhome donde lo cambio de ropa y saco algunos de sus juguetes para poder tenerlo entretenido.

No tardamos mucho en tener la visita de Fabio que se aburría en el box sin nada que hacer y ha decidido pasar el tiempo con el más pequeño de la familia que nos tiene a todos conquistados.

- Mira que suerte tienes que ha venido el tito Fabio para jugar contigo.

- ¿Moto?

- No pequeño. La moto está en el garaje, pero podemos jugar con las que tienes aquí.

Dejo a los chicos jugando y voy a la habitación para sacar la ropa de las maletas y, una vez lo tengo todo recogido, Marc entra en la habitación y me tira a la cama.

- ¡Marc! ¡Que tenemos a nuestro hijo ahí fuera!

- Está con sus tíos en la parte del motorhome de Alex.

- Pues me da igual. Tienes un Gran Premio que ganar y no te puedes distraer con nada.

Dejo a Marc riendo por mis palabras que nos recuerdan a nuestro primer Gran Premio y los dos vamos al encuentro de la familia.

- ¡Papiiii!

Dani se tira a los brazos de su padre y yo no puedo ser más feliz en este momento.

Una vida en conjunto (EJDP2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora