(Marc)
Hace un mes que volvimos de nuestras mini vacaciones en Galicia y, desde entonces, he mantenido muchas conversaciones con mi mujer acerca de todos los niños que tenemos en la familia.
"Creo que ha llegado el momento de hacer aquello que hablamos hace años".
Esa frase de Leticia resuena en mi cabeza desde hace semanas y, no en el mal sentido, pero sí que me inquieta. La primera vez que hablamos del tema llevábamos un año casados y los mellizos eran unos bebés que ni siquiera andaban.
- Llevas un tiempo en tu mundo hermanito.
Alex, entrando en el despacho, consigue sacarme de mi nube de pensamientos pero, como me pregunta qué es lo que me pasa, todo se vuelve a poner sobre mí y me acabo desahogando con él.
- Poco tiempo después de casarnos Leli y yo estuvimos hablando acerca de los hijos que queríamos tener y los métodos anticonceptivos que utilizaríamos después de llegar a ese número. El caso es que Noah iba y va a ser nuestra última descendiente, pero hemos estado retrasando esta decisión hasta ahora -hago una pausa para beber-. Ver a todos los niños en Galicia nos hizo replantearnos el riesgo que estamos teniendo cada vez que lo hacemos. Hace días que pedí cita para hacerme la vasectomía y, cuanto más se acerca el día, más nervioso me pongo.
- ¿La vasectomía? ¿Estás seguro?
- Sí. Es algo que decidimos hace muchos años y que está más que meditado, pero sigo poniéndome nervioso el tema.
- La verdad es que, ahora que lo dices, no me parece tan descabellado. ¿Me darían cita a mí con la tuya?
- No lo sé y no lo voy a comprobar hasta que lo hables con tu mujer.
Mi hermano no dice nada y sale del despacho, seguramente, para hablar con Val del tema. Mientras vuelve, por qué sé que va a volver, enciendo el ordenador y busco el número de la clínica en la que tengo cita para que Alex pueda llamar. Lo dejo anotado en uno de los post-it de la mesa. No me da tiempo a hacer nada más porque mi hermano y cuñada entran en el despacho con cara de tener muchas preguntas.
- Esperad que llamo a Leli y hablamos todos del tema.
(Leli)
Estoy en la biblioteca cuando entra mi marido y su mirada grita socorro. Me explica lo más rápido que puede que le ha contado a Alex lo de su vasectomía y que ahora tiene a Alex y Val en el despacho con muchas preguntas.
- Tranquilo. Vamos a intentar resolver sus dudas.
Bajamos a la planta baja y, al entrar en el despacho, veo a mis cuñados muy nerviosos. Están sentados en uno de los sofás que los chicos tienen en su despacho y, cuando nos ven, se giran hacia nosotros.
- Tranquilizaos. Que tampoco se trata de algo a lo que se os vaya a obligar.
- Lo sé hermanita, pero tengo dudas.
Los cuatro nos sentamos alrededor de la mesa y Marc busca en el ordenador toda la información que la clínica nos dio hace un mes sobre en que consiste la intervención y los resultados que se pueden obtener, así como el tiempo de recuperación y las posibles complicaciones.
- ¿No te parece demasiado riesgo?
- No Val. Te tienen que informar de todo, pero las probabilidades de que algo salga mal son muy pequeñas -responde Marc-. Pero podéis llamar a la clínica para que os lo expliquen los expertos.
Los dos asientes y los dejamos en el despacho para que puedan hacer la llamada tranquilos.
- Podemos esperarlos en el jardín mientras nos tomamos un café.
Mi marido acepta mi petición y salimos al jardín donde nos quedamos esperando a la pareja que, minutos más tarde, nos anuncia que tienen cita el mismo día que Marc para hacerse la vasectomía.
- Supongo que siempre hacemos las cosas juntos -los dos hermanos se ríen.
Tres días después...
(Alex)
Hay llegado el día en el que Marc y yo vamos a pasar a ser estériles. No voy a negar que estoy algo nervioso con la intervención, pero siento que es lo mejor que puedo hacer para no terminar con otra crisis con Val.
- ¿Estás bien mi amor?
- Sí, algo nervioso, pero estoy bien. Con ganas de que termine el día y poder meterme en la cama contigo.
Val me da la mano y entramos en la clínica detrás de Marc y Leli que parecen más seguros que nosotros. Le damos al chico de recepción nuestros nombres y nos hacen pasar a una sala en la que el doctor nos vuelve a dar las últimas explicaciones antes de entrar en quirófano.
- Nos vemos en un rato chicas.
(Val)
En cuanto los chicos se van con el equipo médico los nervios se apoderan de mí y los exteriorizo. No quería poner a Alex más nervioso de lo que estaba, así que me estaba conteniendo.
- Cálmate Val. Todo va a salir bien. Están en manos de los mejores.
- Van a verlos desnudos.
- ¡Val!
Leli niega con la cabeza riéndose por lo que le acabo de decir. Me propone ir a la cafetería de enfrente para no estar esperando aquí rodeadas de ruidos médicos.
Nos sentamos en una de las mesas del fondo y nos ponemos a hablar de cualquier cosa. Nos pasamos el rato hablando de nuestro negocio, de las novelas de Leli, de la universidad de nuestros hijos mayores y del colegio de los pequeños. Siempre hay muchos temas de los que podemos hablar.
- Ya podemos ir a buscar a los niños -dice Leli después de mirar el móvil.
Volvemos a la clínica y nos llevan hasta la habitación en la que están los dos hermanos medio dormidos todavía. Nos vamos directas a la cama de nuestro marido y les repartimos muchos besos.
- Te quiero mi vida -le digo antes de que entre el doctor.
(Leli)
El doctor nos explica como ha ido la intervención y nos dice que podemos estar muy contentos por como ha salido todo. Nos explica que en un par de horas los chicos podrán irse a casa y nos dan las instrucciones para que los chicos no tengan ningún dolor.
- Pues a ver como les explicamos que tienen que guardar reposo.
- Creo que Marc se lo va a toma peor que Alex -Val tiene toda la razón.
Nos quedamos en la habitación esperando a que los chicos se despierten del todo y, cuando lo hacen, sus caras muestran que no están pasando el mejor día de su vida.
- Y eso que no os habéis enterado de que tenéis que pasar unos días en la cama.
- Creo que te has confundido mi amor -dice Marc-. Tenemos que pasar unos días en la cama.
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Una vida en conjunto (EJDP2)
Fanfic¿Qué pasó con los chicos después de "El jefe de papá"? Las familias han crecido y ahora viven todos juntos. Las aventuras no faltan para los chicos y sus mujeres.