Obsesión [2]

[SIETE]

[MENOS DE 24 HORAS]

Amara

Hay tantas cosas que como miembro de la Bratva se me hizo aprender para no fallar cuando saliera al mundo para doblegarlo ante mis deseos como heredera legitima, así mismo teniendo la sangre de un Vasíliev corriendo por mis venas se me hizo aprender una regla que vale más que todas las de la hermandad.

Una sola regla que puede costarme el exilio de la organización y el repudio de mi familia.

"No mires al enemigo con otros ojos que no sean de odio".

Sin embargo, sus brazos me rodean en aquella cama dónde la luz del día nos molesta a ambos, pero ninguno hace el esfuerzo de moverse después de la noche que tuvimos. Y aunque intento moverme, el alemán me aprisiona con sus brazos y murmura una sarta de tonterías que me hace sonreír tan temprano dándome algo que hace tiempo no tenía.

No quiere soltarme, yo no me resisto y pasamos una hora platicando de puras tonterías que años atrás no hice porque algo me lo impedía. Ese algo era la máscara de generala que no podía quebrarse frente a nadie, pero ya no soy esa mujer y acaricio la mejilla del castaño mientras este sonríe mirándome.

Sé que no debería estar aquí, de hecho, me cuestioné cada segundo que estuve con él, pero apenas llegamos al observatorio sentí que nada de lo anterior importaba y me dejé llevar como hace tanto no hacía. Bailamos, cenamos, conversamos, hicimos el...

«Déjate de pendejadas».

Sólo quiero disfrutar de lo que no se me permite tener, nada más.

Porque cuando mi nombre vuelva a ser escuchado, él será de los que lo repudie por no haberme disparado cuando pudo. Es el bueno, quiere un mundo mejor y respeto eso. Solo que yo busco uno mejor para que mi familia pueda estar bien, tal vez no merecemos eso, pero no hablo de tenerlo porque nos lo ganemos, estoy hablando de tenerlo porque lo deseamos.

Quiero Makari viva una vida tranquila, porque lejos de ser hijo de Aren sigue siendo un niño y no dejaré que le hagan lo mismo que a Aleksey o a mí. Y mientras este aquí, haré todo por mis hermanos. Incluso haría todo lo que Aren quisiera con tal de quitarle una carga de encima.

En parte, por eso no quiero decepcionarlo.

No necesita decir palabras para herir a alguien, es algo que le aprendí y por eso se lo malo que es eso. Por eso, no puede enterarse de dónde estoy.

Aren odia el apellido Kaiser incluso más de lo que yo odio, hasta eso solo odio a Aurelio y mis razones son obvias, el resto de ellos no me interesa. Ni Cassian, ni Alfons me importan a pesar de ser lo que yo considero como estorbos en mi camino. Nicholas... con él las cosas son diferentes.