Obsesión [2]

[Epilogo]

Las nubes grises y los truenos en el cielo, ponen el ambiente.

La marcha de los soldados es un espectáculo para quien jamás haya presenciado un funeral al estilo militar, y los fotógrafos no se esperan para hacer su trabajo. Las trompetas se quedan en silencio cuando una mujer entre el público se pone de pie y camina hacia el atril.

Hay demasiados féretros extendidos sobre el césped, sin embargo, solo dos de ellos resaltan entre el resto. El material es más oscuro y ostentoso, y a diferencia del resto que cargan con banderas rusas, sobre cada uno hay dos banderas alemanas.

—Está mañana se ha dado la noticia oficial del ataque que nuestro estado recibió hace tres noches. Se mantuvo en silencio, hasta que fuera seguro anunciar algo. —Habla Kilichenko y nadie dice nada cuando la ve con golpes—. Desgraciadamente, aparte de recibir uno de los ataques más fuertes de la mafia, perdimos gente valiosa. La muerte de todos nos causa profundo dolor, el vicepresidente y varios empleados encargados, fallecieron a manos de mercenarios, y aparte de ello, nuestros soldados cayeron en batalla también.

Los periodistas se acercan a ella y los flashes no dejan que se concentre bien.

Todavía no se recupere de lo que vivió a manos de Markova, y aunque ella no está más, el trauma que aquella mujer le dejó, la seguirá toda su vida. No la quiere ver, y aunque sabe que murió a manos de Aurelio Kaiser, sigue sin bajar la guardia porque teme por su vida.

Teme de verla en sus pesadillas.

Le teme a un fantasma.

—La madrugada de hoy, se dio a conocer que el capitán Cassian Kaiser Engel, fue uno de los soldados en caer en batalla. —Mira los papeles que tiene en el atril, las manos le tiemblan—. Y por desgracia, el general también. —Las preguntas se hacen—. Nicholas Kaiser y su tropa fueron interceptados por el clan alemán, estallaron la camioneta y no hubo sobrevivientes por el ataque que sacó a relucir, que la ahora el clan negro y la Bratva, están unidos.

— ¿Qué sucedió con Markova?

La sola mención la hace sentir mal.

—Amara Markova fue atacada por Aleksey Vasíliev, se presume, que fue un ataque por el poder de la organización. —Mira sus manos—. Más tarde se dio a conocer que la persona que acabó con su vida fue Aurelio Kaiser, ex coronel y Führer del clan negro. El cuerpo no fue hallado, pero hay testigos que vieron como el ex coronel, le prendió fuego a varios cuerpos y ahora se hace el reconocimiento para saber quiénes son los que yacen quemados. —Declara.

— ¿Qué sucedió con el paradero de Aleksey Vasíliev y su familia?

—No hay rastro de los Vasíliev. —Responde con seriedad—. No obstante, la gente de la Orden ha puesto a todos sus soldados y cada integrante de la organización, se está haciendo cargo de la búsqueda de cada uno de ellos. —Asegura—. Algo que pueden tener claro, es que no descansaremos hasta no ver a estos criminales tras las rejas. —Apaga el micrófono.