Obsesión [2]

[OCHO]

[BANDOS Y DECISIONES]

Amara

Cuando era más joven no entendía porque la gente vivía de fantasías, menos porque le gustaba agonizar agonizaba por no tener ese tipo de vida y ahora de cierta manera, creo que lo entiendo.

Vivir de fantasía es bueno, pero solo de momentos. Porque si caes en una y no despiertas, te vas a hundir en un barco que no tiene rumbo más que ir a toparse con la muerte.

Las distracciones causan accidentes, los accidentes la muerte y cuando está muerto ya no puedes quejarte, ni soñar. Y cada que intento hacer algo diferente, los problemas me recuerdan porque no puedo ser eso diferente.

— ¡Amara!

Mi hermano corre prácticamente cuando bajo de la camioneta, pero se detiene cuando ve a Stanislav y esté se va a otro lado mientras que Aleksey se acerca a mí con mala cara dándome toda la información acerca del operativo que la milicia armó en contra de la Bratva. Operativo del que ya tenía conocimiento.

Apenas Nicholas me dejó cerca de la casa que tengo en San Petersburgo, mi abuelo fue él que me dio todos los detalles importantes. Recalcando que los rusos estaban haciendo alianzas con Alemana, pues varios de los soldados que combatirán son alemanes. Y mi Stanislav odia a los alemanes con todas sus fuerzas.

80 soldados, 60 rusos y 20 alemanes. Todos armados hasta los dientes camino hacia las afueras de San Petersburgo, dónde había una bodega llena de la carga de los últimos días. Una carga que le pertenece a Kennan y quién no está dispuesto a perderla por nada del mundo.

En parte lo entiendo, esto no se trata de 50 kilos sino de una tonelada y media de droga. Y la milicia está mal si cree que nos vamos a dejar.

Me pongo el equipo para salir, los hombres de confianza de Kennan se preparan para actuar y Aleksey termina de darme los últimos detalles. Pregunto por la aeronave, pero dice que de eso solo Aren tiene información pues es él quién lo piloteará en caso de que no podamos recuperar la carga y el lugar tenga que ser estallado. Y aunque deseo saber más, Aleksey no dice más.

—No entiendo que hace aquí.

—Ni yo lo entiendo —se sienta frente a mí y carga la 9m.m. que tiene en las manos—, solo sé que algo trama. El que Stanislav esté aquí junto a él solo significa problemas y lo sabes bien —asiento y se queda callado—. ¿Dónde estabas Amara? Te marqué desde temprano y Aren dijo que no estabas en tu casa anoche.

Parece tengo cara de 15 como para andar dando explicaciones al mundo.

—Lejos de la familia, a veces atosigan —sonrío sacando la Tokarev y mi hermano rueda los ojos. Lleno de municiones la pistola y la pongo en mi cinturón junto con mis otras armas—. Necesitaba un descanso, así que salí a dar una vuelta, pero parece que hice mal. Me fui un día y la milicia halló un lugar sumamente importante de la Bratva —Casualidad no es y Aleksey hace una mueca—. Necesito que mandes a llamar a Yakov, sé que trabaja para James desde hace un par de meses, pero era mi mano derecha y lo quiero conmigo.