[CINCUENTA Y CINCO]

362 18 4
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


[ANTES DE LA TORMENTA]


Amara


El amanecer se adueña del cielo, el color anaranjado contrasta con el azul haciendo una mezcla hermosa y pese a eso, no puedo centrarme en algo como eso, cuando siento que he perdido algo importante para mí.

Odio la persona en la que me he convertido.

No por la sangre que he regado, o por las muertes que he causado, sino porque ahora "siento".

Era más fácil no sentir nada por nadie y odiarlos sin siquiera necesitar una razón para ello. Y esas estupideces solo muestran que me he vuelto débil, y lo quiera o no, mis emociones comienzan afectar mis planes.

Lo que antes nada significaba para mí, hoy para ser todo lo contrario y no sé cómo manejarlo. Sé manejar el cansancio y el dolor, pero no está enfermedad que otros llaman "apego".

Para mí, cuando alguien moría, simplemente no me importaba porque no tenía caso llorarle a los muertos, pero la caja de madera en mis manos, me prueba lo contrario porque es la primera vez que no se como cargar con esto. No se como actuar ante esa clase de pérdida, ¿Cómo se supone que le llore a alguien que nunca conocí y a quien nunca pude sostener en brazos?

Arde no poder entenderlo, porque después de años de asegurarme que era producto de la guerra y que por ende, jamás sería capaz de crear algo bueno dado que mi sangre es veneno, mi apellido algo maldito, y mi alma algo putrefacto...

Estuve a punto de traer algo puro a este mundo.

Pero una vez más, entendí porque persona como yo no puede traer hijos al mundo y ahora, jamás podré. Parece una desventaja, dada mi posición como heredera debería asegurar ese puesto con un hijo mío que lleve no sólo el apellido sino el gen, porque de otra forma, la Bratva lo rechazará. ¿Cómo se supone que haga eso ahora?

La supuesta hermana de Eris me dijo que no iba a poder volver a procrear, pues entre tantas explicaciones, me dio a entender que mi cuerpo siempre rechazaría el producto y no quiero vivir la experiencia desgastante de ello. No obstante, de no tener uno, el de Konstantine y Alyson subirá al trono cuando muera si es que lo llega a reclamar.

Y soy lo suficiente egoísta para no dejar que ese bastardo suba al trono.

Mis dedos acarician la tapa de madera, es de caoba, y a la hora de abrirla me fijo en la placa de metal, donde yace escrito algo que me duele tener que leer. "Para el Vasíliev que no fue".

Hasta la fecha sigo preguntándome que habría sido de él o de ella...

Hay noches en las que me lo imagino con el cabello negro, los ojos verdes y la sonrisa cínica del galés. Otros donde me la imagino con el cabello rubio, con la mirada imponente como la mía y de mirada azulada. Y cuando ando de ambiciosa, lo sueño portando el color esmeralda del padre y al azul maldito de su madre.

Obsesión [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora