[CINCUENTA Y UNO]

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[SIN ESCAPE]


Se dice que para vencer al rival, debes debilitarlo golpeando al corazón.

Muchos hombres estratégicos han intentado ir detrás de la rusa, más ninguno ha podido hacerlo. No obstante, hay uno que ha sabido mover sus fichas tal cuál y ha sabido dónde golpear, dónde debilitar, y para vencer a la más fuerte, ha tenido que sacar las fichas más débiles.

Iván pese a todo, es inteligente. Ha sabido como manipular a todos a su alrededor durante años y Amara en toda su preocupación de vencer al alemán o proteger a su familia descuido un flanco. El más importante, justamente dónde la flecha le dio.

Y ahora que está herida, es cuando Iván sabe que es mejor moverse.

Tantos años siendo subestimado van a servir de algo y lo sabe mejor que nadie.

Sí, le dolió la muerte de su hijo mayor, pero sabe que hay riesgos que tomar y Konstantine tuvo que perder para que otros ganaran. De todas formas, no se preocupa pues hay otro infiltrado que tienes las mismas órdenes que Konstantine: debilitar a la hermana, mostrarle que no hay salida y que si no se rinde ahora, podría perder más de lo que ha perdido. Sin embargo, para este punto, todos pueden perder algo.

Aleksey se mueve en el cuarto de su hermana, la pelinegra no ha despertado y le preocupa que cuando lo haga, sea la otra identidad quién se apodere del control. Por esa misma razón es que está ahí, parado, simplemente observando que tan mal está la situación porque hasta él mismo reconoce que jamás la vio así de vulnerable.

La palabra es esa, no hay otra para describir cuán rota está. Y sí la hubiera, ninguna terminaría por abarcar lo que pasa por la cabeza de la rusa. Tanto dolor y odio la ha dejado en el limbo. Es tanto lo que siente, que no sabe cómo evadirlo sin que termine de bajar sus defensas, pero alguien que si sabe.

Y la única forma de que no se hunda en su dolor, es causarlo.

—Te pasaste con los tranquilizantes. —Le reclama el hermano y el ruso se mueve en la habitación sin importarle las reprimendas del hijo de Aren—. ¿Es qué no lo pensaste?

—Lo hice. Ninguna de mis decisiones son improvisadas, cada paso que doy, es uno que ya fue calculado. —Responde serio—. Tu hermana necesitaba descansar, necesitaba dormir sin que tuviera pesadillas. Y es que para lo que sigue, la necesito con la cabeza fría.

—Mi hermana no está para planes, Vladimir.

—Tú hermana no, pero la Koroleva debe estarlo.

— ¿No tienes compasión de ella o qué?

El de mirada oscura se ríe, gira su cabeza para mirar a Aleksey y este lo mira mal.

—Tenerle compasión, sería aceptar que es débil, no obstante, me reservaré de hacer esas cosas porque no es mi estilo tenerle lástima a la gente. Solo me haría perder tiempo y paciencia, cosa que no tengo. —Se acerca a la cama y saca de su saco, un frasco con una solución blanca—. Tu hermana no es débil, Aleksey. Todo lo contrario.

Obsesión [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora