Gabriel, un adolescente común, llevaba una vida rutinaria hasta que una mañana despertó para descubrir que su cuerpo se había transformado por completo en el de una chica. A medida que pasan los días, Gabriel conocerá a nuevas personas que desafiará...
Al llegar a casa vi cómo toda mi familia y mi amigo se encontraban almorzando y conversando ocasionalmente entre ellos. Y supuse que mi prima ya le había dicho a mi tío que ella y Marco están saliendo debido a que este último se veía algo incómodo en medio de esta situación.
Gabriela: Hola a todos...
Mamá: Hola cariño, ¿Quieres almorzar?
Gabriela: Gracias pero tengo sueño, tal vez luego.
Mamá: Esta bien.
Pensé en quedarme a ayudar a mi amigo dándole apoyo moral y todo eso pero sabía que mi prima lo tendría bien cuidado así que entré a mi habitación a ponerme la pijama y me recosté en mi cama sintiéndome esta vez realmente un poco enfermo... Y claro que no pude evitar reír al darme cuenta de la ironía de la situación pues ayer había fingido estarlo...
Con Sam...
Bien, creo que decirle a mi papá que estoy saliendo con Marco no fue tan difícil como espere que sería ¿Cierto? Todo parece está yendo muy bien por el momento aunque mi novio parece un poquito nervioso con cada pregunta que mi familia realizaba.
Tío: Y... ¿Hace cuánto ustedes dos son...?
Marco: ¿Novios? No hace mucho señor.
Tío: Llámame...
Sam: ¿Suegro?
Tío: No es lo que tenía en mente hija...
Ok, lo admito... Tal vez me adelanté un poquito con todo esto pero ya habrá tiempo para eso, por ahora intentaría hacer que las cosas sigan igual de tranquilas como ahora para que todo salga bien y tal vez luego vaya a ver a mi prima, eso de que no quisiera almorzar se me hizo raro y tal vez está pasando por algo...
Con Gabriela...
No sé cuánto tiempo habrá pasado pero el ruido me terminó por despertar y cuando lo hice sentí un pequeño dolor de cabeza al igual que sentí como la luz de la habitación me cegó por unos segundos pero una vez logré reincorporarme pude ver cómo mi prima se estaba sentando a mi costado.
Gabriela: Hola...
Sam: Hola bella durmiente... ¿Cómo te sientes?
Gabriela: Me duele la cabeza un poco...
Sam: ¿Solo eso o algo mas?
Gabriela: Y... Me arden los ojos... Tengo hambre.
Sam: Pues ya casi es hora de la cena y te saltaste el almuerzo así que deberías comer pronto...
Gabriela: Lo sé... ¿Y Marco?
Sam: Todo salió muy bien, estaba un poco nervioso pero nada grave y a mi papá le agrada bastante así que...
Gabriela: Me alegro por ti...
Cuando estaba por continuar la conversación con mi prima, mi celular que estaba a un costado de mi cama empezó a sonar como si hubiera recibido un mensaje y así había sido, quien escribía era Luis y rápidamente abrí el chat para responderle y tener una pequeña plática virtual.
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