Gabriel, un adolescente común, llevaba una vida rutinaria hasta que una mañana despertó para descubrir que su cuerpo se había transformado por completo en el de una chica. A medida que pasan los días, Gabriel conocerá a nuevas personas que desafiará...
Mientras mi prima me esperaba afuera bastante emocionada por ver qué me pondría primero yo seguía adentro del probador sin muchas ganas de usar algo cuando terminé por escoger algo al azar y esto resultó ser un suéter color gris con el que salí para ver qué decía mi prima.
Sam: Hmm... Me gusta cómo se te ve.
Gabriela: Gracias... ¿Y nuestras madres?
Sam: Ya les escribí que estaríamos aquí un rato.
Gabriela: Ah ok...
Sam: Anda, pruebate algo más.
Gabriela: Ok...
Volví al armario donde empecé a buscar algo más entre todo el montón de ropa y cogí una blusa plateada brillante que me llamó la atención ya que tenía un efecto reflejante, cosa que nunca había visto en la ropa masculina y como todo chico curioso la cogí para ver qué tal se me veía y ciertamente era... Linda aunque no sé si mi estilo ya que esta dejaba al descubierto parte de mi abdomen, casi hasta el ombligo...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Por un momento cuando me vi al espejo no vi el reflejo de una chica desconocida, me identifique como ella... Esa chica era yo y se veía increíble con esta blusa, me gustaba mi reflejo y estába feliz pero... Pronto la culpa me invadió y rápidamente deje de disfrutar el momento para rápidamente ponerme la camiseta y la sudadera que había traído y salir del probador.
Sam: Oye ya te vi con eso...
Gabriela: L-Lo sé, quiero irme...
Sam: Ok... ¿Piensas llevar algo?
Gabriela: No, dejaré todo en su lugar simplemente..
Cogí la mitad de la ropa que había traído al probador y con ayuda de mi prima quien tomó la otra mitad empezamos a dejar las cosas en su sitio del que habían salido pero cuando estaba por dejar la última prenda en su lugar vi que se trataba de aquella blusa brillante y fue cuando algo dentro de mí no quiso dejarla, realmente me gustaba como se me veía puesta y aunque no me imaginaba usándola en público alguna vez la llevé hasta donde estaba mi prima dejando lo último de la ropa.
Sam: ¿Te gustó esa blusa?
Gabriela: Si...
Sam: Interesante, no pensé que sería de tu estilo...
Gabriela: ¿Y por qué la cogiste para mí?
Sam: Porque me gustó...
Gabriela: Tu... ¿Escogiste algo?
Sam: Una casaca blanca... Tal vez convenza a mamá de que me la compre...
Gabriela: Espero hacerlo yo también...
Sam: Hablando de comprar, necesitas una pijama.
¿Para que necesitaba una pijama? Pues según mi prima sería mejor usar una pijama real y no mi ropa vieja masculina como pijama... No le veía mucho sentido pero a todo esto ella agregó que también me serviría para cuando vaya a alguna pijamada y aunque realmente no pensaba ir a alguna terminé estando en un pasadizo viendo cuál elegir.
