Gabriel, un adolescente común, llevaba una vida rutinaria hasta que una mañana despertó para descubrir que su cuerpo se había transformado por completo en el de una chica. A medida que pasan los días, Gabriel conocerá a nuevas personas que desafiará...
Caminando nuevamente por la feria pasamos cerca de lo que era una casa del terror bastante grande y que rápidamente llamo nuestra atención por lo que casi de inmediato decidimos que esa sería nuestra siguiente parada así que nos pusimos en la cola que rápidamente avanzó al igual que nuestra emoción lo hacía y en cierta parte también el miedo y que no sabíamos que era lo que podríamos encontrar ahí.
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Cuando empezamos a oír ciertos ruidos y ver luces que se movían un poco más adelante que nosotros nos pusimos en alerta por unos segundos esperando que algo saltara sobre nosotros pero tras no ver nada nos calmamos y seguimos adentrándonos lentamente sin detenernos pero tampoco sin correr hacia lo desconocido.
Sam: No está tan mal ¿No?
Gabriela: Ajá...
Mientras avanzábamos por momentos oíamos gritos de algunas personas, sonidos ambientales como truenos o pisadas e incluso gruñidos que se escuchaban increíble pero una vez estos se callaron pensamos que lo más aterrador había pasado aunque realmente era solo el comienzo, no escuchar ningún ruido más que nuestros pasos nos ponía los nervios de punta y más temprano que tarde una especie de zombie salto frente a mi prima haciendo que nosotros tres gritaramos por el susto.
Sam: M-Mejor ve tú primero Gabi...
Gabriela: Ok...
Esta no fue una muy buena idea por parte mía ya que mientras caminabamos seguían los sustos inesperados, cosas que caían del techo y así pero nada nos había asustado nuevamente como ese zombie de antes hasta que mientras estábamos avanzando lentamente por un pasadizo oscuro me distraje por un ruido a mi costado y fue cuando una araña enorme cayó sobre mi haciendo que saltara hasta donde creí que estaba mi prima y la tomé del brazo.
Luis: Oye ¿Estás bien?
Gabriela: Si, lo siento... Pensé que eras Sam...
Luis: Tranquila...
Ya habiendo pasado ese susto seguimos avanzando por todo el lugar y de vez en cuando saltaban algunas cosas mas llegando a asustarnos a los tres aunque no tanto como las dos primeras veces y una vez terminamos el recorrido pudimos salir del lugar a tomar algo de aire fresco y nos acercamos a unas banca donde nos sentamos a descansar y a calmar nuestra respiración.
Gabriela: Por fin... Necesito un momento.
Sam: Yo igual...
Luis: Eso fue... Aterrador...
Sam: Si... Espero que este Halloween sea tranquilo...
Una vez recuperada la energía para continuar nuestro día en la feria seguimos explorando las atracciones llegando a ver muchas interesantes como algunas donde debías dispararle a manzanas, otros donde tenías que golpear un blanco con una pelota pero hubo uno en específico que llamó nuestra atención rápidamente y se trataba de un banco al que había que darle con dardos.
