Gabriel, un adolescente común, llevaba una vida rutinaria hasta que una mañana despertó para descubrir que su cuerpo se había transformado por completo en el de una chica. A medida que pasan los días, Gabriel conocerá a nuevas personas que desafiará...
Cuando por fin desperté y miré mi reloj vi como y era bastante tarde y como ayer me quedé hablando un largo rato con mi madre pues se aplazaron mis horas de sueño, la conversación claro que fue incómoda al menos para mí aunque no todo estuvo tan mal como creí que sería ya que realmente esperaba algo peor.
Sam: ¿Planes para hoy?
Gabriela: Ninguno... ¿Tú?
Sam: Nada de nada... Por cierto, Marco me escribió diciendo que saldría con Juan al parque para practicar fútbol y preguntó si te les unías...
Gabriela: Ah... No lo sé... No creo ser igual de bueno como antes estando en este cuerpo...
Sam: Bueno... No pierdes nada en intentarlo además seguramente extrañan pasar el tiempo contigo.
Gabriela: Eso lo sé, los he dejado de lado...
Sam: ¿Entonces?
Gabriela: Está bien, iré... ¿Tienes algo de ropa deportiva por casualidad?
Sam: Pues tengo la ropa del equipo de voleibol.
Gabriela: ¿No tienes algo más común?
Sam: Ven, veamos que encontramos..
Como dijo mi prima fuimos a ver qué cosas podría usar para salir al parque ya que casi toda la ropa nueva que tenía era más para salir en un día normal y por ende no tenía nada que fuera apropiado para ir a jugar fútbol en el parque. Pero afortunadamente mi prima encontró ropa que podría usar empezando por un brassier deportivo... Aveces pienso que nunca dejaré de sorprenderme con el mundo de las mujeres...
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El tener esto puesto era... Increíblemente cómodo y muy diferente a como se sentía un brasier común como los que usaba últimamente, ¡Me encantaba! Y luego pasamos a lo más fácil que fue la ropa que iría por encima siendo estas una camiseta mirada, una casaca turquesa siendo este de los colores favoritos de mir prima y finalmente pantalón de buzo negro.
Sam: Creo que estás lista, date prisa que los chicos no tardan en llegar.
Gabriela: Gracias, nos vemos luego.
Saliendo de la habitación me dirigí a la sala donde mi madre se encontraba leyendo algunos papeles pero al notar mi presencia dejó de hacer esto y me preguntó que tal había estado mi mañana además de decirme obviamente que desayune pero realmente no tenía mucha hambre.
Mamá: ¿Saldrás a correr hija?
Gabriela: Algo así, mis amigos irán al parque a jugar fútbol y me invitaron.
Mamá: Oh esta bien, ¿Comerás algo por allá entonces?
Gabriela: Creo que si, nos vemos cuando vuelva ¿Bien?
Mamá: Bien, diviertanse.
Luego de haberme despedido de mi madre salí de la casa y tras cerrar la puerta de esta caminé unos cuantos metros por la calle antes de que se me viniera a la mente una idea...
