Gabriel, un adolescente común, llevaba una vida rutinaria hasta que una mañana despertó para descubrir que su cuerpo se había transformado por completo en el de una chica. A medida que pasan los días, Gabriel conocerá a nuevas personas que desafiará...
Durante el camino a casa note como es que mi amigo se encontraba algo nervioso respecto a hablar con mi tía sobre su relación con mi prima por lo que se la había pasado en silencio casi todo el camino al igual que mi prima, un silencio que se me hizo muy incomodo por lo que cuando estábamos casi por llegar decidí decir algo.
Gabriela: ¿Ya pensaste en que decir?
Marco: Bueno... No... Tal vez "Hola, soy el novio de su hija"
Gabriela: Oh esto saldrá muy bien...
Sam: Sólo sé el gran chico que eres.
Marco: ¿Crees que funcionará?
Sam: Claro que si, demás ¿Qué es lo peor que podría pasar?
Marco: Pues...
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Por la mirada perdida que tuvo mi amigo en ese instante supuse que había imaginado algúna mala posibilidad, algún futuro apocalíptico o algo así pero obviamente eran exageraciones por parte de un adolescente asustado ¿No?
Sam: Todo saldrá bien.
Marco: Si tu lo dices... Caminando de tema, ¿Qué harán mañana?
Gabriela: Saldremos con unos amigos de Sam ¿Quieres venir?
Marco: Me encantaría pero saldré con mis padres... ¿Ya tienen sus disfraces?
Sam: Algo así, usaré ropa oscura y algo de sangre falsa...
Marco: ¿Y tu?
Gabriela: Siendo una chica no se me ocurre nada... ¿Alguna idea?
Marco: ¿Brujita?
Gabriela: No gracias...
Sam: Con tu cabello pintado quedaría bien...
Marco: ¿Te pintarás el cabello?
Sé que fue hace poco eso de la tonta apuesta en la feria pero con la gran cantidad de cosas que pasan en mi vida diaria ya hasta había olvidado el hecho de tener que pintarme el cabello... Ya había visto a muchas chicas hacer cosas así antes pero... ¿Será posible que me quedé bien?
Gabriela: Si... Perdí una apuesta.
Marco: De seguro te verás bien.
Al llegar a casa nuestras madres aún no habían llegado por lo que nosotros tres nos sentamos en el sofá para ver algo de televisión mientras esperábamos, yo al poco rato me aburrí por lo que saqué mi celular y empecé a jugar un poco hasta que cerca de 30 minutos después nuestras madres por fin habían llegado y era momento de que Marco y Sam hablen sobre lo suyo así que dándoles algo de espacio fui a mi habitación donde me recosté en mi cama para jugar un poco con el peluche que Luis me obsequio el día en que fuimos a la feria pero antes de poder pensar en un nombre para este mi mamá entro a la habitación sacándome de estos pensamientos.
