Capitulo 34: Amigos por siempre ¿No?

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Luego de que mi tío saliera de la habitación yo me levanté de la cama y me acerqué a mi armario de donde saqué algo de ropa para vestirme y por recomendación de mi tío cogí un abrigo por lo que estando listo salí de la habitación y subí al auto donde el me esperaba y mientras me ponía el cinturón empezamos a hablar..

Tío: Sabes que está mal mentirle a tu madre ¿No?

Gabriela: Si, lo sé...

Tío: Entonces, ¿Por qué lo hiciste?

Gabriela: Yo... No quería ir a la escuela hoy.

Tío: ¿Algún motivo en especial? ¿Sucedió algo?

Gabriela: Si... Quiero estar lejos de mis amigos.

Tío: ¿Discutieron?

Gabriela: No, es que... Yo hice algo.

Tío: ¿Algo grave?

Ni siquiera tuve que responder la pregunta ya que mi mirada lo decía todo y el recordar mis acciones hacían que

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Ni siquiera tuve que responder la pregunta ya que mi mirada lo decía todo y el recordar mis acciones hacían que... Me sintiera mal nuevamente, sentía... ¿Angustia tal vez? No lo sé, pero en el auto hubo un corto silencio antes de que el auto empezara a moverse e intenté relajarme un poco mirando el paisaje aunque sin mucho éxito.

Tío: ¿Quieres hablar sobre lo que hiciste?

Gabriela: No ahora...

Tío: Está bien... ¿Quieres hablar de otra cosa?

Durante el resto del camino mi tío y yo hablamos sobre las cosas que habían pasado durante estas últimas semanas aunque claro que no mencioné mis temas más privados como lo que pasó con Luis, además escuchamos algo se la música que mi tío escuchaba cuando era joven la cual era bastante buena y me gustaba mucho pero antes de que pudiera seguir disfrutando del buen gusto musical, el auto se estacionó en una playa... Una playa de estacionamiento que estaba a unos metros del mar.

Tío: Bien, llegamos.

Gabriela: ¿Al puerto?

Tío: Ajá.

No era el día más soleado exactamente pese a que era primavera y si sumas el frío del mar pues me hacía agradecer haber traído mi abrigo, mi tío y yo empezamos a caminar por el puerto viendo muchos tipos de botes desde muy grandes hasta algunos bastante pequeños y mi lado infantil deseaba realmente subir a uno aunque para mí alegría no tendría que esperar demasiado ya que nos detuvimos en un bote bastante lindo.

No era el día más soleado exactamente pese a que era primavera y si sumas el frío del mar pues me hacía agradecer haber traído mi abrigo, mi tío y yo empezamos a caminar por el puerto viendo muchos tipos de botes desde muy grandes hasta algunos ba...

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Mi nueva vida... ¿Como una chica? (Pt. I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora