Los ojos le pesaban. Sentía todo el cuerpo adormecido como si hubiera tenido una carga inmensa y al soltarse quedara tan débil. Estiró su cuerpo como gato, los rayos del sol entraban entre las pequeñas aberturas de su ventana. Isa parpadeó más de una vez, no tenía claro qué pasó ni por qué su cabeza dolía tanto.
"Déjame que te limpie."
Una voz conocida traía sus recuerdos mientras la esquina de sus labios era limpiada, ¿Qué era? ¿Por qué la limpiaba? Con pesar en su cuerpo se intentaba sentar en la cama y recordar qué pasó la noche anterior. Miró su habitación vacía. Las demás camas estaban hechas y en su mesita de noche había una pequeña botella con una nota.
"Tómalo ni bien despiertes, te ayudará con la resaca.
v."
-"¡V!" -las nubes en su mente iban despejándose dejando una ver algunos recuerdos de la noche anterior.
Fue en ese momento que su corazón se prendió por completo. Empezó la latir a mil mientras su respiración se volvía agitada. Solo pudo decir su nombre una vez mientras su cuerpo, aún con las molestias de la bebida, se ponía de pie y lo buscaba con la mirada.
¿Dónde? ¿Qué le dijo? ¿Por qué estaba llorando? ¿Por qué sus ojos se veían triste? Imágenes de la noche anterior caían sobre su mente ni entender nada. El movimiento de sus labios sin entender qué le decía y unos ojos con amor y tristeza se reflejaban en el fotógrafo.
Salió de la habitación y corrió a la de él. Capaz seguiría dormido, ¿no? No había visto ni la hora que era, solo que el sol ya salió, pero necesitaba verlo. Lo que sea, pero verlo. Buscarlo y verlo. Solo eso y cuando de golpe abrió su habitación aquella cama estaba vacía. Como si nadie hubiera estado ahí en tiempo o como si alguien... se hubiera ido.
Sus piernas corrieron de inmediato a las escaleras. A Isa no le importó estar en camisón, solo quería ver esos ojos mentas. No en sus recuerdos ni sus memorias, quería verlo en persona y mientras daba más pasos buscándolo imágenes de la noche anterior aparecían.
"No tienes que sufrir."
Pero ahora sufría, su corazón no solo latía como nunca, sino que un miedo indescriptible iba apoderándose, una sospecha de algo tan doloroso que no podría decirlo. Ni bien se hizo sentir en medio de las escaleras vio a Rissa y a Zen en el vestíbulo.
-¡¡¡Rissa!!! ¡¡¡Zen!!!
-¡¿Isa?! ¡Pero mujer! ¿Qué haces aún en pijama? -Rissa tenía una cesta de pan en manos.
-¡V! ¿Dónde está V? -la voz se le fue ni bien terminó su pregunta. Sus manos sudaban. Y Rissa no respondía. Miró a Zen brevemente. Era como si se congelara que incluso la sonrisa amical que tenía desapareció- ¿Dónde...?
-¡Oh! ¿te refieres a tu amigo el fotógrafo? -se acercó una de las primas de Rissa- Él se fue. Es una pena... -suspiró- con lo apuesto que es...
¿Cómo describirlo? Sus brazos se tensaron, ni en su accidente sintió sus músculos más contraídos mientras su respiración congelaba ante tal hecho. Sí sus piernas no hubieran estado tan tensas se hubiera caído de los pocos escalones que quedaban. Buscó la mirada de Rissa, ella podía negarlo. Podía decirle que él no se fue y solo era broma. Así eran en esa familia, ¿no?
-Mi padre... lo llevó al aeropuerto. -le dijo- Dijo... que te cuidarás.
Y como si miles de ligas se hubieran roto al instante sus piernas cayeron de la contención. Se sujetó al barandal ante aquello. ¿Él de verdad se fue? ¿Él enserio la había dejado?
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PÉTALOS CAÍDOS [SEGUNDA TEMPORADA]
FanfictionSecuela de "Miles de Pétalos". Ha pasado un tiempo desde esa noche en donde todo acabó, los pétalos en los árboles han caído. Dando paso a unos nuevos, intentando florecer mejor que antes. Porque ante todo; si el tronco se mantiene firme, florecerá...