-Entonces, ¿me dirás?
-Escucha, dale tiempo.
-Son meses que han pasado... -estaba molesto.
-Entiendo que tú quieres proteger a Isa, pero Jiro, en serio nosotros solo queremos lo mejor para ella -intervino Zen.
-Lo sé... pero... -el chico era un mar de confusión.
-¿Pero? -V intentaba ser lo más cortés posible.
-Capaz.... Ustedes si la ven, desearían nunca haberla conocido.
V no comprendió, solo dio un gran suspiro, ¿había alguna forma de que él deseara algo así? ¿era enserio esa pregunta? ¿Jiro estaba diciendo eso de verdad? La opresión en su pecho, el amor que sentía por esa mujer era tan fuerte que nada ni nadie haría que él se arrepintiera de conocerla. No importaba si él no era digno de ella, si él no podría estar con ella, nada de eso importaba. Solo quería verla, saber a dónde iba en las noches, saber si aún tenía esas pesadillas. Solo eso. Nada más e intentaba controlar sus límites de lo que podía hacer o no.
Iba a decir algo, pero aquel chico sacó algo de sus bolsillos y lo extendió delante de ambos. Era la cara de un demonio. Uno con cuernos, colmillos y unos ojos siniestros que podían ver a través de su propia alma, ni V ni Zen sabían si era porque ya era de noche o los últimos sucesos, pero solo ver esa imagen en la mano de Jiro les causó un escalofrío.
-Eso... -Zen intentaba encontrar las palabras correctas.
-Es un Haynna. -dijo- Y... -suspiró- su significado varía, pero... uno de ellos describe el momento.
-No entiendo.
-Es una máscara de teatro japonés del siglo XIV. Era la representación de una mujer consumida por el dolor y la traición... de su amado*. Capaz de destruir todo a su paso. Lo que fuera. -dijo el chico, pero ellos seguían mirándolo sin entender- Para ese tiempo, se hablaba de demonios, espíritus malignos...
-Y eso... ¿qué tiene que ver? -dijo el albino.
-Pero su significado, es de buena suerte. De abundancia y ahuyenta a los espíritus malignos del hogar, como ahora. Que uno sumergió a mi hermana.
-¿Qué tiene que ver con Isa? -V miró a ese demonio, daba terror cómo lo oscuro de su mirada lo tenía fijo, con la luz de la luna daba mucho más miedo.
-Como deben de sentirlo -miró aquel broche de ese demonio- esto da miedo. La primera vez que lo vez, sientes que te penetra todo tu ser, su alma, tu carne y tus huesos... fue un excelente símbolo para... los yakuza.
-¿Qué? ¿Yaku... qué? -Zen no comprendía nada. Su cabeza no entendía en nexo ni cómo una máscara tan horrenda como esa podría significar de buena suerte, pero el hecho de que sea una mujer consumida por el dolor de pareja, tenía sentido. Aunque para él, Isa no era así. Isa estaba con dolor, pero no se convertiría en un demonio como aquel.
-Ustedes... -V lo comprendió.
-Exacto. Tanto mi hermana, como toda mi familia, somos miembros de un clan de yakuzas.
El secreto, uno que debía permanecer oculto para ellos, fue revelado. Diciendo qué eran, quienes eran detrás de esa máscara de vendedores de telas de seda. Para V fue sorpresivo que no supo qué decir ni hacer. Volvió a mirar a ese demonio. Una mujer que enfrentó el dolor, el de la traición. Eso sentía Isa, pero ¿acaso ella era ese demonio? ¿por qué ella? ¿a ella también tenía que verla convertirse en uno? La opresión en su pecho era fuerte.
-Es normal que sus opiniones de nosotros cambien. Creyeron que simplemente se trataba de una chica extranjera que viajó por estudios, no esto.
-¿Qué dices? ¿Yakuza? -el albino no entendía o no quería entenderlo.
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PÉTALOS CAÍDOS [SEGUNDA TEMPORADA]
FanfictionSecuela de "Miles de Pétalos". Ha pasado un tiempo desde esa noche en donde todo acabó, los pétalos en los árboles han caído. Dando paso a unos nuevos, intentando florecer mejor que antes. Porque ante todo; si el tronco se mantiene firme, florecerá...