CAPÍTULO 26: AÑO NUEVO

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Su cuerpo estaba agitado mientras seguía moviendo sus caderas, tensándose más para poder dar una embestida más fuerte que la anterior. Más duro, más fuerte, más profundo. Todo ello quería hacer él mientras la veía gemir extasiada en la cama mientras contorneaba su espalda. El placer era inigualable mientras más y más iba penetrándola hasta que por fin, terminó eyaculando como muchas veces antes. Cayó rendido sobre el pecho desnudo de su amante. Ambos agitados con el sudor presente. Zen respiraba agitadamente mientras la escuchaba de igual manera. Sus ojos rojos miraban aquel pezón que aún se mantenía duro por su tacto, ¿era malo querer otra vez? Pero ya habían llegado a su límite. Toda la mañana estuvieron en eso. Una y otra vez cuando sentía que su miembro nuevamente se ponía duro y las caricias de Becca volvían a encrespar su piel pidiendo penetrarla de nuevo. Viajaba de su boca a su vagina. Era la gloria del deseo por completo.

-Espero... -escuchó- ahora estés tranquilo... "Zenny" -aún le resultaba algo extraño decirle así.

-Jajaja. -la besó entre sus pechos para después alzar la mira- Podría quedarme aquí todo el día.

-No sería la primera vez. -se mofó. Él se acomodó para besarla.

-Ni la última. -sí, para él no sería la última vez que estaría así con Becca. Cada parte de su cuerpo siempre la extrañaba. Su aroma embriagador, sus besos, sus caricias y sus gemidos cuando la hacía su mujer. Todo eso era adictivo que perdía la noción del tiempo. Solo quería volver a verla y quedar completamente desnudo- ¿Enserio no quieres venir? -Fue raro porque un segundo antes tenías a un hombre consumido en el sexo para después ver esa mirada tierna pidiendo algo- Becca...

-Sabes que no puedo. -apartó unos mechones del albino- Hoy es Año Nuevo, daremos un espectáculo... en el bar. La paga es buena. -dijo sin mirarlo.

-Lo sé... pero... -bajó la mirada- Quisiera que fueras conmigo al templo. Mis amigos irán...

-Zen... ny...

-Además, quieren conocerte.

-Ya hablamos de eso. -dijo mientras lo apartaba de su encima.

-Lo sé, pero ¿qué tiene de malo? -ella se sentó dándole la espalda- Son... mi familia. Quisiera que los conocieras. -vio cómo la joven sacó de su mesa de noche una cajetilla de cigarrillos.

-Son tú familia... -suspiró mientras prendía un cigarro- ¿por qué?

-¿Aún haces esa pregunta? ¿En serio? ¡Estamos juntos! -le reclamó.

-¿Y eso no basta? -soltó aquel humo impregnando el aire de su aroma- ¿Qué ganarías con esto? Estamos bien así... nosotros estamos bien así. ¿Acaso no fue así hace unos segundos?

-¡Lo es! ¡Claro que lo es! Pero... -sentía una punzada en su pecho- También podemos hacer otras cosas como novios. Podemos... ver una película... celebrar fiestas juntos... -la miró- Becca podemos hacer muchas cosas más... -"que estar en esta cama..."

-Zen...

-Ellos son como mi familia. Te lo dije. No tengo una buena relación con mis padres ni mi hermano... -el peso del pasado se hacía presente- No lo tengo... -bajó la mirada ante recuerdos amargos- Así que... ellos lo son. Ellos son mi familia, Becca. Y quisiera que te incluyan en muchas cosas. -se escuchó animado, capaz él mismo buscaba valor.

-... -Hubo un silencio entre ellos.

Y era así. Después del sexo o uno de los motivos por los cuales acaban en la cama era ese tema de conversación. De un momento a otro, para Becca, Zen fue hablando de que quería que los conociera. Al principio solo hablaba de dos personas. Un hombre con el que vivía y a quien le decía "princesa".

PÉTALOS CAÍDOS [SEGUNDA TEMPORADA]   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora