-¿Entonces... tienes miedo? -la miró fijamente. Por un momento le está dando la oportunidad de huir. De irse de ese lugar y no saber nada más.
-No, jamás. -afirmó con seguridad. Jaehee estaba aceptando lo que era su amiga y todo el peso con miedo que podría producir saber que era una yakuza, pero ¿acaso no era la misma Isa de siempre? Siempre fue una yakuza, otra cosa era desconocerlo. Estaba impactada por todo, pero en los ojos de Isa había una determinación que no daba miedo, sino valor e impulso para su... odio- Vamos.
-Bien. Entonces, solo hazme caso en todo, Jaehee. Estarás bien. No dejaré que nada te pase.
Solo pudo asentir intentando no mostrar su miedo o ansiedad ante lo que pasaría. Podían ser miles de cosas en esa noche, pero sabía mejor que nadie que tenía que mantener la compostura. Esa noche un sería testigo que moriría al momento que saliera el sol.
Siguió conduciendo por la dirección que su coordinadora le daba. Entre derechas e izquierdas mientras sentía el ambiente más pesado e Isa hablaba solo lo necesario. Parecía otra por completo. Como si la dulce e ingenua Isa hubiera ido ya a dormir para dejar a esa mujer con un semblante duro y firme como una roca. Mientras se mensajeaba con alguien y capaz por todo eso, ella no preguntó con quién.
Las tantas luces rojas le indicaban que llegaron. Más cuando Isa habló:
-Eres la prometida de mi hermano. -le dijo.
-¿Eh?
-Si alguien pregunta quién eres le diremos eso. Para no... perjudicarte en nada. Jiro entenderá.
-Está bien. No tengo problema.
-Jaehee... aún puedes cambiar de opinión. Yo puedo hacerlo sola. Créeme que... verás una de mis peores caras. -sonrió como pesadez.
-También verás la mía. -apartó la mirada- He... intentado contenerme ante los demás. Pero... odio a esa perra. La odio demasiado. -sus palabras eran pesadas- si pudiera...
-Le rompería la cara. -completó la Ishiguro.
-Sí. -le sonrió. Estaban siendo cómplices- veras... un demonio mío, Isa.
-Entonces, que esta noche que se liberen los demonios. -Isa extendió un kimono con forma de capa. Con dragones bordados entre flores para tapar su silueta y darles aspecto más varonil.
Bajaron del auto y aquella casa con luces muy llamativas las recibían. Un hombre por encargo de Jiro las recibió. Lei estaba en el recibidor.
-Vaya, vaya. No pensé que tendríamos la revancha. -guardó su teléfono- Mi yakuza favorita.
-Lei...
-Isa, ¿sabes que te metes con una de las amantes favorita de un de mis clientes?
-¿Y?
-¿"Y"? ¿Solo dirás eso?
-¿Acaso ese hombre tiene más peso que yo? ¿Tengo que enseñarte el orden jerárquico de nosotros? -ya lo había sacado a la luz, no tendría problema en hacerlo nuevamente.
-¡Ja, ja, ja! ¡Jamás! Eso nunca. -le sonrió satisfecho- Si así hubieras sido desde un inicio, no hubiera dudado ni un segundo en hacerte mi esposa. Seríamos la pareja perfecta.
-Jamás me hubiera casado contigo.
-Para terminar así por ese CEO... -se mofaba- ya vez.
-Como sea. Son cosas sin importancia. -la voz de la joven ni se inmutaba- ¿ella llegó?
-Sí. Está esperando que se acomoden. Le dije... -extendiéndole una bolsa a cada una- que el cliente quería un trío.
-Supongo que aceptó... -intervino Jaehee con incomodidad. ¿Hasta dónde era capaz de llegar esa mujer?
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PÉTALOS CAÍDOS [SEGUNDA TEMPORADA]
FanfictionSecuela de "Miles de Pétalos". Ha pasado un tiempo desde esa noche en donde todo acabó, los pétalos en los árboles han caído. Dando paso a unos nuevos, intentando florecer mejor que antes. Porque ante todo; si el tronco se mantiene firme, florecerá...