5

433 52 6
                                    

Narra Nahee

—Muy bien Yoon— felicito al pequeño al ver cómo logro pronunciar la letra r. Había trabajado con él esta semana y al parecer está logrando decirla. 

—Estudie mucho.

—Eso veo— digo con una sonrisa.

—Traere tu almuerzo bueno.

Él asiente y se levanta para ir donde están sus juguetes.

Yo salgo del cuarto y voy a la cocina donde veo a mi amigo sirviendo la comida. Ayer la comida fue un éxito, por lo que la reina le pidió que se quedara y por su puesto él está feliz de haber conseguido este trabajo. Al pobre lo habían despedido del restaurante por causa injusta.

—¿Se puede saber a ti que te pasa?

—Nada— digo colocando las cosas en la bandeja —solo estoy cansada.

Él me mira frunciendo sus ojos —tú y yo hablaremos después— deja el plato de comida en la bandeja para que yo pueda subir.

Salgo de la cocina y con cuidado subo las escaleras, dejo la bandeja en la pequeña mesa que está al lado de la puerta de Yoon y abro para después poder ingresar.

—A comer

—Hambre, hambre...

Yo sonrio y lo siento en el sillón, para después colocar la servilleta de tela en su cuello. Este pasa la lengua por sus labios al ver lo que hay en el plato.

—¿Lo comes tú solo o te la doy?

—Tú, tú.

Yo rio mientras asiento, tomo la cuchara y comienzo a darle la comida, él mueve su pequeña cabecita mientras mastica.

A veces YoonTae me recuerda a mí cuando era pequeña, tiene que estar encerrado todo el tiempo, la diferencia es que él tiene la posibilidad de compartir con su familia.

—Listo— digo limpiando su boca —vamos a cepillarnos los dientes.

Le había enseñado una pequeña canción para que se los aprendiera a cepillar bien, Yoon es  un niño muy inteligente, todo lo que le enseñó lo aprende rápido. Al terminar lo llevo a su cama y lo acuesto para que tomo una sienta.

—Cuando despiertes jugaremos un poco ¿Si?

—Noona.

—Dime.

—Cantas como aye.

—Ayer— lo corrigió con dulzura.

Comienzo a catar la pequeña canción, él repite una que otra palabra, pero da más bostezos que palabras. Cuando me aseguro que se quedo dormido, lo arropo y bajo un poco sus cortinas para después salir de la habitación.

Salgo al jardín y me siento cerca a la orilla del lago que tiene el palacio, tiro una que otra piedra viendo como se forman algunas hondas. Me siento agotada, pero debo seguir con mis labores.

Siento como mi celular vibra y lo tomo para ver qué es, en la pantalla veo algunas llamas y mensajes de Jay, desde ayer no ha parado de escribir, pero la verdad no tengo ánimos de hablar con él. Aquellas palabras e imágenes se han repetido una y otra vez.

—Nahee...

Alzo mi cabeza y veo cómo Yuna se sienta a mi lado, me extiende unos sándwiches y un jugo y yo le agradezco con una sonrisa.

—Te lo manda tu amigo, está preocupado que no has comido nada en todo el día.

Yo niego levemente, Jin es muy intenso algunas veces, suele preocuparse en exceso y sé que no va a dejar de insistir hasta que le cuente ello qué pasa.

Royal Family Donde viven las historias. Descúbrelo ahora