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Narra Nahee

Camino hacia la sala encontrándome con una ramo de flores que tenía una carta bonita la cual tomé
para leer.

"Felicidades por su boda, su alteza"

La había mandado alguien de la ciudad, siempre recibimos este tipo de regalos de las personas y  más en estos días que nos vamos a casar.

Mientras detallo las flores siento unas manos en mi cintura que me hicieron girar para encontrarme con Jungkook quien dejaba reposar su barbilla en mi hombro. Besa mi cuello haciéndome reír, respira varias veces por mi cuello hasta llegar a mi oreja y dar un mordisco en ella.

-¿Vamos? --preguntó

Me dejó de abrazar y entrelazo su mano con la mía para salir de la casa, como era de costumbre afuera habían reporteros sacandonos fotos, aún sigue siendo un poco molesto pero ya me he acostumbrado.

Iríamos a comer a un restaurante, dijo que quería índice la celebración un día antes. Pero iríamos temprano para poder descansar.

Al llegar al lugar nos llevaron a nuestra mesa viendo cómo al rededor hay algunos pétalos y velas, el niega y hace que me siente.

—Sabía que eras romántico.

—Si bueno, se excedieron un poco.

Me hace reír y este solo guiña su ojo, hacemos el brindis para después escuchar cómo estuvo su día lleno de reuniones.

—Te tengo un regalo.

Veo que estira su mano sacando una pequeña caja, la pone a un lado y la abre detallando aquel collar solitario.

—Jungkook, dijimos que...

—Es algo más que nos permitirá estar unidos— me muestra su muñeca viendo una pulsera con un dije igual, solo que un poco más pequeño.

—Tu y yo para siempre.

Deja un corto beso para después levantarse y colocármelo.

—Yo no te tengo nada...

—Tenerte a ti es lo mejor.

Rio al ver sus palabras. El dice que yo lo hago ser asi de atento y romántico.

—Vamos, mañana sería un día largo.

Nos levantamos y nos retiramos del lugar, por suerte no hay ningún reportero. Entramos a la camioneta y el pide que me lleve al departamento.

Se supone que cuando una príncipe pe se va a casar, desde su compromiso, la princesa debe vivir en el palacio, pero mi padre pidió que dejaran compartir un tiempo más con el. Y sin dudar Jungkook y el Rey lo permitieron.

—Son vemos mañana amor. Descansa si.

Asiento dejándome acariciar por el, susurra algo que ave que le de un pequeño golpe y el sin importar pierde mi labio para después reírse.

Entro al departamento encontrándolo en absoluto silencio, camino hacia el cuarto de mi padre, pero me devuelvo a mi cuarto sabiendo que ya debe estar dormido.

Después de hacer toda la rutina, me recuesto sobre mi cama, tomo mi celular leyendo los mensajes de Jungkook quien me decía cómo me extrañaba. Y nos acabamos de despedir.

Amor

No veo la hora de dormir contigo, que me des besitos mientras me acaricies el cabello

Bebé mimado

Después dices que no lo eres

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