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Narra Jungkook

El beso avanza y se convierte a un beso lleno de profundidad, ambos nos perdemos en los besos y caricias que nos damos. Sus manos están a un lado haciendo puño las sábanas. Mis manos está dentro de su blusa jugando con sus senos y torso, me siento ansioso cada vez la oigo soltar uno que otro jadeo que sale de su boca. Beso, su cuello y la tomó con firmeza de la cintura, juntándola a mi cuerpo.

—JungKook...— gime cuando mi erección roza en su zona íntima.

Me siento tan perdido en ella, en sus jadeos, en la manera en la que me toma del cabello para jalarlo y juntarme más a ella. Me deshago de su blusa y llevo mi mano a uno de sus senos. La erección en mi pantalón me duele, pero quiero hacer las cosas despacio, sin apuros.

Disfruto de su piel, así como ella de mí cuando acaricia mis brazos y torso. Estamos ansiosos, hace meses que llegamos de la luna de miel y no habíamos podido tener intimidad, estábamos tan ocupados con temas de la coronación, el orfanato y otros eventos que terminamos muy cansados o cuando intentábamos éramos interrumpidos.

Ahora no hay nadie que nos interrumpa, estamos en nuestra habitación demostrándonos cuánto nos amamos. Siendo como alza su cadera en busca de más toques de mi parte. Me alejo de ella y deslizó las yemas de mis dedos por todo su cuerpo hasta llegar al short de su pijama.

Subo mi mirada a su rostro y veo que sus ojos están cerrados y su respiración está casi igual que la mía descontrolada totalmente.

Quito sus shorts de pijama rápidamente y doy un recorrido a su cuerpo viendo la única prenda que tiene, beso nuevamente sus labios mientras una de mis manos recorre su cuerpo. Siempre que lo hacemos me esfuerzo en transmitirle a través de mis caricias y mi mirada lo mucho que la amo.

—Jungkook...— su cuerpo se estremece y mi piel se eriza cuando la escucho gemir mi nombre.

Ella me mira atenta y veo cómo sus ojos piden de que siga y no me detenga, beso su nariz como siempre para indicarle que entraría en ella.

Ambos jadeamos al sentirnos. Comienzo con los movimientos al asegurarme que no tiene dolor, a pesar de que ya lo hemos hecho, siempre me aseguro de que esté lista y no sienta que la lastimo.

Nahee se aferra a mi cuerpo y hecha su cabeza hacia atrás mientras me pide que vaya rápido. Tomo sus piernas y las subo a mis hombros y ahí supe que era nuestra perdición, pues aumento el movimiento de mis caderas mientras que ella suelta uno que otro gemido.

—¿Se siente bien esto verdad?

—S...si~dice apenas audible.

Mi cuerpo se estremece al igual que el de ella cuando sentimos que estamos cerca. Ella gime algo bajo y me acerco para besar esos labios rojos. Entre el beso gimo  cuando me corro dentro de ella. Escondo mi rostro entre su cuello, soltando un suspiro cansado, estoy agotado.

Pero creo que ella no lo está, rápidamente cambia de posición quedando arriba, inicia sus movimientos y llevo mis manos a su cadera para ayudarla un poco.

—Mhm si~ más rápido amor~doy un leve apretón a su trasero escuchando el eco en la habitación.

Ella comienza a saltar sobre mi miembro logrando que se escuche nuestras pieles chocar. Sus movimientos bajan un poco y sé que está cansada. La ayudo un poco logrando que lléguenos al tercer orgasmo.

Nuestros ojos se encuentran por un momento, y es como si todo desapareciera, es como si solo fuéramos ella y yo en el mundo. La recuesto sobre mi pecho ya acaricio sus brazos y muslos con las llenas de mis dedos.

—Te amo— dice susurrando en mi oído

—Yo te amo muchísimo más.

Dejo un beso en su cabeza y cierro mis ojos para dormir un poco,  antes de que nos tengamos que levantar, pero se escucha el sonido de la puerta indicando que el día ya comienza.

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