EL SECRETO DE SAILOR JUPITER
CAPÍTULO 44
UN AMARGO REENCUENTRO
16 años antes...
Pese a que vivía aterrada en espera de su deceso, Makoto había fingido que todo estaba bien para no preocupar a Andrew más de lo que ya estaba luego de los episodios de desmayos y malestares que seguramente él como médico podría atribuir a una posible enfermedad física.
Para tranquilizarlo, antes de ir a la cama había terminado aceptando que al siguiente día él la llevara al hospital para que le hicieran los análisis médicos y estudios pertinentes para que estuviera tranquilo, y al llegar la hora de dormir, luego de acostar a Midori en su cuna, Makoto se acostó de lado en el espacio contiguo para estar cerca de su pequeña.
—Mami— Pronunció Midori, y dado que la cuna en forma de carroza de cenicienta estaba pegada a la cama y le habían quitado el barandal, la pequeña gateó hasta salir de su espacio personal y se acurrucó junto al pecho de su madre.
La pequeña Midori buscó la mirada de su madre, y comenzó a balbucear mientras llevaba sus manitas al rostro de su madre.
—Te quiero— Susurró Makoto mientras miraba los orbes color esmeralda de su hija, y la pequeña, como si entendiera las palabras de su madre comenzó a reír.
—Mami—Susurró Midori de nuevo
El dulce sonido de la voz y la risa cantarina de su pequeña fue un momento agridulce, pues, así como el corazón se le llenaba de alegría al ver que su hija buscaba su abrazo y sus caricias maternales, también sentía como se le hacía trizas al imaginar cómo se sentiría su pequeña cuando un día simplemente ya no la viera más.
Pese a que Midori adoraba a su padre y lloraba un rato cada que se iba a trabajar. Estaba acostumbrada a que se ausentara durante su jornada laboral, pero separarse mucho tiempo de su madre no era algo que toleraba, y cuando le perdía de vista, lloraba desconsoladamente hasta volverla a ver.
La sola idea de imaginar a su pequeña llorando por su ausencia era de romper el corazón, así que por un momento se dijo en silencio: "Ojalá pronto me olvide", sin embargo, pensar que indudablemente su hija un día dejaría de recordarla y extrañarla también era doloroso.
Al pensar en que se perdería de ver crecer a su hija y que no estaría para ella en los momentos importantes de su vida, las lágrimas se le acumularon en los ojos, pero al escuchar los pasos de Andrew saliendo de la ducha, rápidamente se recompuso.
La habitación de pronto se oscureció, quedando iluminada solamente por la luz de la lámpara que estaba sobre la cómoda al lado de la cama donde Andrew dormiría esa noche, y no tardó en escuchar como él removía las cobijas, hasta que de pronto sintió su duro torso rozando su espalda, después aquel abrazo cálido, y su aroma que la reconfortaba cuando así lo necesitaba.
—¿Cómo te sientes? — Le preguntó Andrew en un susurro.
—Plena— Respondió Makoto.
—No esperaba esa respuesta, pero me alegra— Respondió Andrew.
Makoto giró un poco su rostro, y por el rabillo de su ojo miró a Andrew. Después rompió la unión de sus manos y acarició el rostro varonil.
—Te tengo a ti y a Midori— Le contestó Makoto— Ustedes dos han hecho que haya válido la pena vivir esta vida— Añadió con sinceridad.
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EL SECRETO DE SAILOR JUPITER
FanfictionHan pasado años desde que Makoto falleció, dejando viudo a su amado Andrew y huérfana a su hija Midori, quien por años ha ignorado que su madre fue una Sailor Senshi al servicio de la dinastía lunar; sin embargo, la verdad siempre sale a la luz, y a...