Nunca habían sido una pareja "normal" y ellos lo sabían perfectamente; cada que intentaban demostrar físicamente su afecto en público, un par de miradas asqueadas les recordaban que no era posible. Pero hubo una ocasión en la que ambos decidieron abandonar toda razón e ignoraron todas esas miradas que se clavaban en ellos.
Fue en una reunión a la cual asistió la familia Bokuto junto con Keiji y Koutarou; ya que, a diferencia de la familia Akaashi, la del peligris fue más comprensiva y el desplante que les dieron fue de apenas dos semanas; sólo una sincera disculpa ahogada en sollozos logró hacer que ninguno de los dos jóvenes les pusieran peros: "Akaashi, Koutarou, perdonenos por favor. Ahora comprendemos que los que estaban mal éramos nosostros; no soportamos más esta separación, niños" y luego de aquella declaración, se fundieron en un profundo abrazo que duró más de media hora.
El mayor de los dos se encontraba sumamente concentrado mirándose en el espejo mientras el más joven ingresaba a su habitación sin hacer ruido. Sólo unos brazos más delgados que los propios lograron sacarlo de esa concentración al ser rodeado por el torso con suma gentileza y amor.
—Ya estás aquí —dijo mientras sostenía el dorso de las manos ajenas y cerraba los ojos disfrutando la cercanía otorgada.
—Tu mamá me permitió subir.
—Está bien. De igual manera nos iremos juntos, amor —el mayor no lo sabía, pero ese "amor" logró un rubor en las mejillas del menor.
—Koutarou, Akaashi, ya nos vamos; bajen queridos —la voz de la madre de Koutarou resonó por la casa, logrando que la pareja se separara sólo lo suficiente para que Bokuto se girara y pudiera ver el rostro de su amado.
—Te ves precioso —mencionó con un ligero rubor, cosa que avergonzó un poco al otro, haciendo que desviara su mirada a otro lado para evitar enrojecerse más—. Y te ves aún más precioso cuando te sonrojas por mí —sonrió y beso su mejilla con suavidad, asegurándose de que el otro comprendiera que hablaba en serio.
—Tú tampoco te ves nada mal, Bokuto —dijo mientras lo miraba de reojo; aún no se atrevía a girar por completo el rostro. Llevaban siendo una pareja formal desde hace 3 meses y aún así, el mayor siempre lograba descolocarlo completamente—. Deberíamos bajar, tus padres nos están esperando —un pequeño quejido fue expulsado de los labios del más alto, cosa que hizo soltar una pequeña risa al menor.
—Y ¿Si nos quedamos? No notarán nuestra ausencia —un suave movimiento horizontal de la cabeza ajena le hizo entender que no lo apoyaba en esa ocasión—. Akaashiiii, por favor, podríamos quedarnos en la casa juntos; sólo tú y yo, sin que nadie nos interrumpa —el mayor no lo había dicho con una segunda intención «Ni si quiera se le ha de haber pasado por la cabeza» pensó Akaashi, pero aún así, eso hizo que se pusiera como tomate ya que él sí había pensado en doble sentido «Joder, no pienses eso Keiji, no lo hagas». Nunca lo habían hecho, pero al encontrarse en una relación donde ambos daban lo mejor de sí y donde la confianza y el amor eran la base, era evidente que en algún determinado momento llegarían a sentir aquel tipo de atracción por el contrario (y Akaashi había sido el primero en sentirla); aún así, el hecho de pensar de esa manera le hizo avergonzarse de sí mismo. Cuando el mayor lo miró, no comprendió por qué se había sonrojado de tal manera— ¡Akaashi!, ¿Tienes fiebre? ¿Te sientes mal?
—No, Bokuto, no te preocupes. Es sólo que...
—¿Eh? ¿Qué ocurre?
—Eh, nada, nada. Hay que bajar, se nos hace tarde —y evadiendo el tema, tomó la mano de su pareja y salieron de la habitación para encontrarse con los progenitores del mayor y así dirigirse al lugar donde se desarrollaría el festejo.
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GERANIOS [BOKUAKA]
FanfictionEl superar la muerte de un ser querido no es algo que debiera realizarse de manera solitaria y, de la misma manera, las personas afectadas no tienen por qué superarla de la misma manera. ••• - Esta historia se originó en un momento de pérdida para m...