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El inicio del fin había sido esa mañana lluviosa.

Era verdad que uno de los lujos que podían darse era el de tener una camioneta; para ellos y su, esperaban, pronta familia (aunque sólo se tratara de un sueño). Sin embargo, ese día no podían disponer de ella debido a que se encontraba en el taller. Y Keiji iba tarde.

¡Las llaves!

¿Desayunaste algo? —su esposo, recién levantado, le preguntó mientras bajaba las escaleras; bostezando.

Fue rotundamente ignorado.

Los papeles, lentes, café, llaves; listo, está todo.

Kei, amor —el ver tan estresado a su esposo lo despertó por completo, haciendo que lo alcanzara en la sala mientras iba de aquí para allá.

Kou, despertaste. Buenos días —le dió un rápido beso en los labios y se alejó de su esposo.

Te pregunté si desayunaste.

No hay tiempo. Desayunaré algo en el trabajo.

Déjame prepararte algo rápido entonces.

Lo siento, de verdad voy retrasado. No te preocupes, regresaré temprano y podremos comer juntos, ¿Bien?

De acuerdo, pero déjame pedirte un taxi.

No será necesario, iré a la base de taxis en la esquina.

Bueno, te acompaño; está lloviendo a cántaros.

Kou, amor —detuvo el andar que, desde que se separó del nombrado, había continuado—. Sé que lo haces porque me amas y estás preocupado, ¡Pero verdaderamente no puedo retrasarme más! Nos vemos en unas horas. Adiós.

Se despidieron en la entrada: fue un tranquilo beso, a pesar de las prisas; Akaashi no quería que su esposo pensara que se había disgustado con él. Ese beso, fue el que marcaría el inicio de su nueva vida.

El azabache no regresó temprano a casa.

• • •

~¿Señor Bokuto? ¿Se encuentra ahí? ~la persona tras la línea no había recibido respuesta alguna desde hace más de tres minutos. Comenzaba a impacientarse~. Le recuerdo que el señor Akaashi lo tiene como primer contacto en caso de algún accidente; es por ello que se requiere su presencia en el hospital lo más pronto posible; acaba de entrar a quirófano.

«A quirófano»

~Por favor, venga pronto.

La línea fue cortada.

«¿Kei ha...?»

• • •

Como fue informado el señor Bokuto, el señor Akaashi Keiji recibió un fuerte impacto en el cráneo, provocando a su vez, un derrame cerebral. Todo esto, como resultado del golpe recibido por un motociclista que iba sin cuidado por las calles cubiertas de agua de lluvia.

GERANIOS [BOKUAKA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora