—La dirección de la familia Bokuto es la sig...
—Dásela al chófer, debemos llegar inmediatamente.
—En seguida, señor.
• • •
Desde el momento en que llegaron, no se habían separado; uno de ellos no se lo había permitido al otro y el restante, no tuvo la fuerza para hacerlo.
—¿Quieres algo? ¿Un baño, un café, algo? —el otro negó, con la vista perdida—. Entiendo, pero intenta dormir, ¿Sí? Yo estaré a tu lado, no te preocupes.
Ambos jóvenes se recostaron en la cama del mayor, abrazados. Pero ninguno de los dos durmió; por ello, no les tomó tan de sorpresa los sonidos provenientes de la sala unas horas después.
Se trataban de golpes fuertes e insistentes a la puerta, acompañados de unos gritos exigiendo que abriesen la misma; estos ruidos hicieron que ambos muchachos se sentaran y se miraran a los ojos. No lo podían creer, ¿De verdad había venido personalmente?
—No te preocupes, no permitiré que te lleve a ningún lado —dicho esto, lo jaló y abrazo tan fuerte que el otro tardó unos segundos en reaccionar para estar lo más cómodo posible en aquella situación.
El señor Bokuto bajó y abrió la puerta, enojado de que alguien fuera a golpear de aquella manera a su casa.
—¿Quién se cree...?
—A un lado —hecho una furia, ingresó al hogar ajeno y comenzó a ascender por las escaleras hasta llegar al que suponía, era el cuarto del único hijo de aquel matrimonio. Al abrir la puerta, sus ojos se encontraron con una escena de lo más repugnante para él, ¿Su hijo siendo protegido por un infeliz que lo había hecho descarrilarse? Eso no lo iba a seguir permitiendo.
Enojado, avanzó al interior del cuarto y decidió agarrar el brazo de su hijo, pero en su lugar sostuvo la espalda del otro joven.—Hazte a un lado —Bokuto lo miró con desprecio. Esto hizo enfurecer aún más al mayor; por lo que, empujando su hombro, logró separar a la pareja unos centímetros durante un corto tiempo, pero suficiente para que el padre sostuviera de los cabellos a su hijo.
—¡Detengase, le hace daño! —Keiji no tuvo más opción que soltar a su novio; la fuerza que su padre empleaba para sostener su cabellera era demasiada, sólo deseaba que aquello terminara.
—Bokuto... —su garganta aún no se recuperaba y el dolor en su cuero cabelludo era mucho; por esto, el único método para comunicarse con su amado eran sus ojos, con los cuales, le suplicó lo soltara y lo dejara ir.
—¡Pero si te suelto él te hará daño!
«No hay problema, siempre y cuando tú estés bien, no importa lo que pase conmigo» y sonriendo, empujó con sus piernas al joven que se negaba a dejarlo ir. Fue de esta manera que el señor Akaashi sostuvo la muñeca de su hijo, comenzando a caminar hacia la salida mientras el padre de Bokuto iba ingresando al cuarto.
—Pero, ¿Qué le sucede? No puede irrumpir en una casa ajena y luego llevárselo.
—Sí que puedo. Y no trate de hacer algo... —se detuvo para mirarlo—. Porque no logrará nada.
ESTÁS LEYENDO
GERANIOS [BOKUAKA]
FanfictionEl superar la muerte de un ser querido no es algo que debiera realizarse de manera solitaria y, de la misma manera, las personas afectadas no tienen por qué superarla de la misma manera. ••• - Esta historia se originó en un momento de pérdida para m...