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—Estás muy delgado, bro —no lo habría mencionado, pero hacía más de un mes que lo había notado.

—¿Eh? Perdón, ¿Dijiste algo?

La apariencia del hombre de cabello bicolor habría hecho entristecer a quien lo viera: cabello totalmente descuidado, piel pálida, enormes manchas oscuras y bolsas bajo los ojos y, como había hecho mención su amigo, estaba sumamente delgado; estaba descuidado. Sin embargo, para las personas que lo conocían, verlo de tal manera les destrozaba el corazón.

—Que Akaashi está durmiendo, Kenma y yo estamos aquí. Así que, ve a descansar tú también.

—Pero...

—Te despertaré cuando Akaashi lo haga, ¿Bien?

—Pero, ¿Qué tal si ocurre otra vez? Él me necesita; no puedo dejarlo solo.

—Precisamente. Debido a que él te necesita, debes descansar y preocuparte por tu propio bienestar. Además, ya te dije que no está solo —su amigo no parecía conforme—. De igual manera, ya son casi las 12:00, sus padres no tardan en llegar. Ve a descansar, nadie se molestará porque duermas un poco; es más, estaríamos agradecidos.

—No quiero abusar de su amabilidad...

—Bo, ¿Cuántas veces más debo decirte que no lo hacemos por amabilidad? —sonrió, con cariño—. Lo hacemos por cariño. Ahora, ve y descansa, confía en nosotros.

Se sorprendió al recibir la siguiente respuesta acompañada de un triste intento de sonreír:

—Bien.

Sonrió ampliamente el hombre de cabello oscuro.

—Descansa, por favor.

• • •

—¿Lo lograste? ¿Aceptó ir a dormir?

Un gran suspiro se escuchó antes que su respuesta:

—Sí. Su amor y preocupación por Akaashi hace que se olvide por completo de él mismo. De verdad que es triste ver todo lo que ha sacrificado de sí mismo.

—En ese sentido, es un alivio que Akaashi no pueda verlo; no lo soportaría.

—Pero bien sabes que el hecho de que no lo vea no es una limitante para que él se percate de lo mal que está Kou.

—Qué complicado —soltó un gran suspiro y apoyó su frente en las manos que se recargaban en sus muslos. Su pareja acarició su cabeza.

—Son fuertes; ambos lo son —su pareja elevó la mirada para verlo—. Sólo esperemos lo mejor para todos.

—Sí.

• • •

~Sé que es complicado y que mañana no deberías venir. Pero se aproxima un partido importante en el cual requerimos tu presencia. Sé que te dieron un año pero realmente te necesitamos.

—¿Qué ocurriría si decido no asistir al partido?

~Liquidación.

Bokuto suspiró apesadumbrado.

—¿A la misma hora?

~¡Sí! Gracias por comprender. Estamos en contacto.

Agotado, terminó la llamada.

GERANIOS [BOKUAKA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora