~Cuando lo conocí era una persona completamente diferente; su familia era muy complicada y él era tan sólo un niño en busca de la aceptación.
›Alguien le había hecho creer que tenía que servir a los demás para ser aceptado y querido. Le habían hecho mucho daño y él, evidentemente, no se había percatado de ello. Supongo que por ello, cuando me presenté fue muy respetuoso conmigo, ¡Nunca había conocido a un niño como él! Asumí que era debido a la educación que recibió gracias a la familia de la que provenía, me sentí un estúpido al saber la verdad.
›¿Quieres saber cómo fue que nos conocimos? Bien, te lo diré:
›Yo estaba jugando en un parque cercano a mi casa, también estaba cerca de la casa de Kei. Todo era como antes: los mismos juegos, los mismos padres. Todo excepto por una cosa: había un niño parado a lo lejos acompañado únicamente de un hombre que estaba parado a dos pasos de distancia de él; nunca lo había visto y algo dentro de mí me incitó a hablarle.
›Cuando llegué, me sorprendí, "¿Cómo es que un niño pueda ser así de bonito?" Algo así debí de haber pensado al verlo de cerca.
›Sí, el me miró raro al inicio, supongo que nunca pensó que alguien le hablaría. Debió de haber sido algo así:
• • •
—¡Hey! ¿Cómo estás? ¡Soy Bokuto Koutarou y tengo seis años, un placer! —extendió su pequeña mano invadida por la suciedad de un día lleno de diversión en aquel parque. El niño lo miró atentamente y, antes de responder, miró al adulto que se encontraba a su lado. No fue hasta que éste mismo asintió que el niño extendió su mano y se presentó:
—Soy Akaashi Keiji. Un gusto conocerle, Bokuto.
—¿Quieres venir a jugar conmigo?
—¿Es lo que quiere?
—Eh, sí... Claro.
—Sí, iré a jugar.
—¡Bien! Tengo una pelota, ¡Podemos jugar con ella! Hace poco comencé a jugar voley y creo que podríamos intentar algo, ¿Te parece?
—Claro.
• • •
~El hecho de que fuera muy reservado debió de haberme hecho entender que era diferente y que algo le ocurría. Además, estaba el hecho de que el hombre que lo acompañaba no era su padre; eso debería haberme hecho decir "vaya, qué raro". Sin embargo, lo único en lo que podía pensar era: "vaya, el niño con ojos de universo ha aceptado jugar conmigo". Supongo que al ser niño, no podía pensar en nada más.
›Me alegra haberlo conocido en ese entonces; comenzamos a hacernos más cercanos, fuimos a las mismas escuelas y siempre jugamos volleyball juntos: siempre fuimos almas gemelas.
El orador sonrió, melancólico.
~Otra vez insistes en lo mismo, ¡Bien, te diré cómo nos hicimos pareja! Pero será después, tengo cosas que hacer.
El vídeo se cortó después de que el señor se levantara dificultosamente del sillón en el que se encontraba sentado en cada uno de los vídeos de aquella "entrevista".
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GERANIOS [BOKUAKA]
FanfictionEl superar la muerte de un ser querido no es algo que debiera realizarse de manera solitaria y, de la misma manera, las personas afectadas no tienen por qué superarla de la misma manera. ••• - Esta historia se originó en un momento de pérdida para m...