Dieta

Parte 14

"Cuantas veces te masturbaste ayer?"

"Tres," respondió mi hermana suavemente.

"Que pensaste cuando te viniste?"

"Como podía complacer a mi hermano."

"Tuviste alguna idea nueva?"

Hubo una larga pausa. Un ligero rubor apareció en la cara de Cynthia mientras mentalmente revivía las varias fantasías que había involuntariamente tenido el día anterior.

"Si," respondió finalmente.

"Que?"

"Podría ofrecerme como su esclava."

Me sorprendí ante eso.

"Como seria?"

"Por veinticuatro horas, él podría...podría hacer lo que quisiera conmigo."

"Como qué?"

"Como...lo que sea."

Sonreí ante el pensamiento.

"Qué crees que tu hermano haría contigo, si fueras su esclava por un día?"

"Nada," dijo Cynthia.

Levante una ceja.

"Nada?"

"No," respondió Cynthia. "Creo que lo que sea que él quiere, ya lo hago."

"Como qué?"

"Hago sus quehaceres."

"No crees que él quiera hacer algo más contigo?"

"No," dijo mi hermana. "No lo creo."

*                                                                *                                                                     *

Después de que mi Mama llego a su orgasmo, las cosas fueron...sorprendentemente genial.

Ella me agradeció, como lo hace cada noche, y dejo el cuarto como siempre.

Al día siguiente que la tenía hipnotizada, le pregunte sobre eso.

"Crees que el castigo funciono?"

"Si," dijo Mama sin duda. "Fue el peor dolor que sentí aparte de dar a luz."

"Te hizo querer apegarte a tu régimen del gimnasio?"

"Si," repitió Mama. "Sin duda."

"Te excito?"

Hubo una pausa.

"No," concluyo Mama eventualmente.

Honestamente, no sé qué respuesta estaba buscando. Por un lado, sabiendo que mi madre era una puta del dolor, y ser el que administra ese dolor, era increíblemente candente.

Por el otro lado, empecé a aceptar algo que aprendí de los foros BDSM, que era un sádico, un sádico que disfruta infligir dolor.

Si la persona a la que le estas infligiendo el dolor lo ama, no es realmente dolor, ¿o sí?

"¿Si no te excito, porque crees que llegaste al orgasmo tan rápido?"

"No lo sé," admitió Mama, después de una larga pausa. "Solo era...emocionante."

"Emocionante?"

"Si."

"Pero no excitante?"

"No," dijo Mama, y decidí dejarlo así.