Parte 45

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Mi hermana veía como Mama bajaba mis pantalones. Desde que ella escucho del último castigo de Mama, era imposible mantenerla fuera del cuarto mientras pasaba.

Cynthia estaba completamente obsesionada con mi verga. Ella soñaba con él, fantaseaba con tocarlo, lamerlo, sentirlo dentro de ella.

Ella no tenía forma de saber que esas fantasías ya se habían vuelto realidad, por supuesto. Ella no tenía idea de que me la cogía cada noche, algunas veces dos veces. Estaba tan excitado por la boca de mi madre, por ver a mi hermana arrastrarse semi desnuda por la casa...era todo lo que podía hacer sin hipnotizarla tres veces al día, solo podía acostúmbrame a esto.

Incluso estaba masturbándome de nuevo. Se sentía como una perdida—corriéndome por mi propia mano, cuando podía estar descargando en el cuerpo desnudo de mi hermana. Pero viendo a mi hermana y a mi madre besándose, torturando las tetas desnudas de Cynthia cada vez que tenía oportunidad...era tan caliente, si no me masturbaba al menos dos veces al día, sentía que iba a explotar.

O caminar alrededor como Cynthia lo hacía, al borde de correrme con cada paso.

Especialmente ahora. Especialmente ahora que ella se acostumbró a ver mi verga, ver la boca de Mama moviéndose a mis testículos. Ver a su madre ser humillada y a su hermano masturbándose.

Era un sueño hecho realidad para ambos.

Aun mejor (para mí, al menos) era lo mucho que ella odiaba era fueran los labios de mi madre en mis bolas. Ella quería ser ella. Mi hermana no quería nada más que yo la usara como mi cubeta de semen. Para cogerme su boca, su trasero, para usar cada uno de sus agujeros para mi placer.

Lo juro, no había nada que ella no me hubiera dado, solo para dejarme correrme dentro de ella.

Me estaba volviendo loco, también. Nunca me había corrido dentro de Cynthia. Diablos, nunca me había masturbado para nada cerca de mi madre.

Y mientras Mama movía su boca hacia mis bolas, ninguno de nosotros—ni yo, ni mi hermana, ni mi madre semi—desnuda—sabíamos que eso iba a cambiar.

***

"Como se sintió cuando Mama te dijo de su castigo?" gruñí, embistiendo dentro de mi hermana. Me había encargado de hipnotizarla puesta en cuatro—tan pronto como la puse en trance, se desplomo con su trasero al aire, así que eso era lo que veía mientras me la cogía.

No hablo mucho sobre el trasero de Cynthia (tiendo a concentrarme en sus bubis), pero era una cosa de belleza. Tenía la curvatura perfecta, con nalgas redondas y llenas las cuales rebotaban con cada embestida. Como el resto de su piel, era suave, casi sedosa. No importa lo que usara, destacaba, rogando por atención.

Estaba muy feliz por liberarlo, y darle la atención que se merece.

"Horrible," respondió Cynthia, con su voz ahogada en la almohada. Cada vez que movía mis caderas, todo su cuerpo se tensaba, causando que su culo me guiñara.

Estaba cogiéndomela en la cama. Se sentía asombroso...quiero decir, cogerse a mi hermana siempre se sentía asombroso, pero el nuevo ángulo era algo más. "Por qué horrible?"

"Porque quería ser yo," jadeo ella. "Quería ser la que sirviera a mi hermano. Chupando sus bolas. Chupando su verga. Yo...oh, dios!"

Pensé desde este ángulo, era capaz de penetrar a mi hermana más profundo que antes. Sabía que no era tan bueno como seria cogérmela despierta, cuando ella sería capaz de usar cada parte de su cuerpo para complacerme, pero la sensación de deslizándome dentro de su humedad desde atrás era increíble.

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