Epilogo

445 21 9
                                    


Fui despertado al día siguiente por la sensación de las bocas de Mama y Cynthia en mi verga. Cuando desperté, pensé que de alguna forma había vuelto en el tiempo hace varios meses...pero ante la vista de la cara de Cynthia, rápidamente quedo claro lo que había pasado.

Mama estaba haciendo lo que se le había dicho. Y se le había dicho que despertara a mi hermana, y la hiciera complacerme. Era incluso más excitante que hace unos meses: en ese entonces, ambas disfrutaban esto, se dejaban llevar por la competencia, en lo excitante que las encontraba con sus cuerpos complaciéndome.

Ahora, lo hacían por el miedo. Puro e inalterado miedo. Yo era el único que estaba recibiendo placer por nuestras actividades matutinas.

Como debería ser.

Nunca hipnotice a las chicas de nuevo. Nunca lo necesite. Mara estaba completamente rota; cuando quería que hiciera algo, solo se lo ordenaba. Con una palabra, ella violaría a mi hermana, o la sostendría para que yo lo hiciera. Ella nunca se resistió, nunca se quejó, nunca argumento. Solo hacia lo que se le decía.

Ella había sido rota por mí, y ahora era completamente sumisa. Había sido rota por su propio hijo, y ahora era su esclava. Mi esclava.

Lo mismo no era verdad para Cynthia, y no quería que lo fuera. Como predije, la chispa nunca la dejo. Unos días después de la primera vez que la tome, que realmente la tome, la atrape intentando escapar. Esperaba que una descarga del taser y dos semanas en la jaula fueran suficientes para entrenarla...pero unos meses después, cuando pensó que estaba durmiendo, intento tomar mi teléfono (Mama tenía ordenes de dejar los suyos en el auto).

Podría solo haberla castigado de la misma forma—solo ver la jaula era suficiente para que la sangre dejara la cara de Cynthia—pero tenía una mejor idea.

Durante la próxima semana, hice que Mama vocalizara todos sus pensamientos mientras estuviera en casa. Y honestamente esperaba que necesitara hipnotizarla, para que pasara, pero Mama ya no tenía barreras. Ningún límite en lo que podía hacer.

Y así mientras Mama paseaba por la casa, ella estaba constantemente murmurando como se sentía. Lo temerosa que estaba, lo triste que era. Como no quería perder a sus hijos, como odiaba lo que estaba haciendo—lo que la estaba haciendo hacer—pero que no tenía opción.

Era perfecto.

Los comentarios de Mama mientras la violaba, expresando su culpa por como su cuerpo reaccionaba de la forma en que lo hacía. La narración de Mama mientras sostenía a Cynthia, expresado lo mucho que odiaba observarme haciéndole esto a su hija, a mi hermana...pero que tenía que perdonarme.

Tenía que hacerlo.

Y lo mejor de todo, Mama narraba mientras violaba a Cynthia, describiendo lo culpable que se sentía, lo mucho que deseaba que tuviera otra opción, pero admitiendo que no la tenía. Que amaba demasiado a sus hijos como para hacer algo mas

Que amaba tanto a Cynthia, que no tenía más opción que violarla.

Era todo lo que podía haber pedido. Después de una semana, el efecto que había tenido en mi hermana era claro. Cynthia había sabido que su madre estaba rota, por supuesto, pero que había algo tan visceral en escucharlo, en escuchar a Mama comentar lo aterrada que estaba, lo mucho que odiaba su vida.

Y que ella haría lo que sea que le pidiera de todas formas.

Cynthia realmente entendió lo que le había hecho a su madre, y sabía que podría hacerle lo mismo a ella. Se dio cuenta que nunca podría ir en mi contra, que siquiera intentaba desafiarme, terminaría como Mama: rota, indefensa, y obligada a obedecer.

DietaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora