Por las próximas dos semanas, cada uno de los castigos de Mama involucraban exponerla.
Esto podría impactarte, considerando mi aparentemente lista sin fin de fetiches, pero el exhibicionismo no era realmente uno de ellos. Quiero decir, supongo que la idea de Mama exponiéndose al mundo era algo caliente, pero principalmente solo porque era algo que ella no haría normalmente. Algo que no habría hecho, sin me jalando las cuerdas.
Era algo caliente porque la hacía hacerlo; no la hacía hacerlo porque era caliente.
Después de nalguear su trasero desnudo, le di un descanso por unos idas, para convencerla de que el castigo había funcionado. Ella descubrió que alcanzaba sus metas diarias del gimnasio por tres días seguidos...pero después de todo, era implacable.
Su siguiente castigo fue similar al primero, exponerse al vecindario desde nuestro ático. Excepto que esta vez, en vez de mostrar el trasero, ella tenía que mostrar sus tetas.
Cuando regreso, roja como un tomate, ni siquiera necesite ponerla en trance para revisar, sabía que lo había hecho.
La puse en trance de todos modos, por supuesto. Justo como antes, ella me dejo 'examinar' su castigo. Ella fielmente obedeció mientras le ordenaba que levantara su top, bajara su bra, y me dejo examinar sus pechos desnudos a placer.
Hace unos años, cuando estaba aburrido, revise en línea para ver lo que la Biblia tenía que decir sobre los pechos.
Resulta que, hay mucho, hay todo una parte de la Biblia que es solo de sexo. Aunque era más que solo "no deberás coger", eran sonetos y poemas de amor sobre tetas. La Canción de Solomon, se llamaba.
Supongo que el Rey Solomon solía cantar un montón de canciones sucias.
La existencia de todos versos de bubis era mi primera sorpresa. Mi segunda sorpresa era lo raros que son.
Tu estatura es como una palmera, y tus pechos son como racimos. Digo que escalare la palmera y sostendré su fruto. O quizás tus pechos son como racimos de vino, y el aroma de tu respiración como manzanas.
Era un muro, y mis pechos eran como torres.
Tus dos pechos son como dos cervatillos, gemelos de una gacela, que pastan entre los lirios.
Los pechos de Mama no eran como racimos de una palmera, o torres, o como cervatillos pastando. Eran solo eso...tetas. Exactamente como tetas, incluso.
Pero santa mierda, vaya tetas.
Había visto bubis antes. En el internet, y unas cuantas veces en películas o revistas sucias.
Pero no en persona. Ósea, aún no había visto las bubis de Cynthia aun, no realmente. Las había visto en lencería, y a través de playeras delgadas, pero incluso pensé en masturbarme con la idea miles de veces, aún estaba a punto de ver sus tetas desnudas.
Así que las bubis de Mama eran el primer par que había visto en persona desde que era niño...y las únicas que había visto de niño, ahora que lo pensaba.
Las tetas de Mama eran el 100% de las tetas que había visto en mi vida en persona.
Y si tuviera que cambiar 'todo lo demás que haya visto, alguna vez' con 'ver las tetas de Mama', no dudaría por un momento. Después de tantos años de masturbarme con la idea de ellas, ahí estaba: esas grandes, hermosas, naturales tetas, solo rogándome para alcanzarlas y tocarlas.
Cervatillos huyendo cuando los alcanzas y los tocas. Los pechos de Mama estaban suplicando que me encargara de ellos.
Quizás es una cosa evolucionaria. Ves las tetas de tu Mama, quieres chuparlas. Ya saben, una forma de asegurarse de que los niños no mueran de hambre.
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Dieta
General FictionCynthia quiere perder peso, así que su hermano Daniel se ofreció a hipnotizarla.