Carrick—¿Qué fue lo que te sucedió?
La voz áspera de mi suegro irrumpió en el lugar.
—Estoy cansado, Theodore.
No puedo hablar ni aunque quisiera.
—No me importa.
—Vengo llegando de Seattle. Te lo explicaré, pero no ahora.
—Me temo que no puedo esperar.
Theodore me deja sin opciones. Otra vez.
—Esta bien—acepté.
Deje el equipaje en la sala y seguí a Theodore al estudio, donde se halla sirviéndose una copa de whisky.
—¿A quién hiciste enojar?—me lanzó una carpeta dejándome perplejo.
—¿Que ocurre?
No abrí el documento por temor a su contenido. Esperó que no sea lo que estoy pensando.
—La firma perdió está mañana a treinta clientes. Eran tus clientes para ser exacto—enfatizó eso último.
—Debe ser un error.
No he perdido clientes en años. Eso es imposible.
—Un error que le costó millones a la firma.
—Hablare con ellos. Es un malentendido, no te preocupes.
—¡No es ningún malentendido!—golpeó con fuerza el escritorio haciendo temblar su copa de whisky.
—No te exaltes. Volverán—asegure.
Tengo desacuerdos con mi suegro, pero no quiero que esté problema afecte más su delicada salud.
—Deja esa maldita confianza de lado. No volverán, ya tienen una firma nueva.
Caminé al mini bar a servirme una copa pensando en quién pudo causar ésto.
—Soy el mejor abogado de Nueva York. Ellos lo saben y regresarán.
—¡Idiota prepotente! Eres el mejor de Nueva York, pero Debra Kingston es la mejor en todo el país.
—¡¿Qué?!
Dejo a medio terminar el whisky.
—Ella los representa. A todos. ¿Sabes de quién también es abogada?
—Jack Hyde.
Dudo que ese niño me haya causado este inconveniente y me niego a creer que haya sido mi hijo.
—Y de Christian por supuesto.
—Theodore...
—Cállate y escúchame—interrumpió—. ¿Por qué demandaste a ese chico?
—No sé de qué hablas.
—Sí pensabas que podías ocultármelo, estás muy equivocado. Jackson Hyde no es tu enemigo.
—Lo sé.
Me he dado cuenta muy tarde.
Cada golpe que ese niño me ha dado me lo merecía. Supo controlarse o yo habría terminado en el hospital.
—Leí un breve reporte del caso—dice desconcertado—. ¿Coacción, Carrick? ¿Es en serio?
—Ya lo he dejado.
No puedo hablar más del tema.
—¿Hacia quién?—insiste con enojo—. Y no pretendas mentirme.
—Christian.
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En Contra del Tiempo
FanfictionSu tiempo juntos se volvió como una cuenta regresiva y temen que aquella terrible noticia finalmente se cumpla. Ana y Christian saben que el tiempo es lo mas valioso por eso prometen amarse hasta el final de sus días.