Capítulo 21

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Christian

El tenue eco de las máquinas resuenan por las paredes de la pulcra habitación y rebotan en mis oídos. Aparto la mirada del techo para ver las manecillas del reloj que van marcando cada minuto y cada segundo que voy perdiendo.

Un leve murmullo se escucha afuera, minutos después Jack atraviesa la puerta dando grandes zancadas. Con una sonrisa tierna dibujada en su rostro me ve como si me hubiese ausentado por años. Con una extrema delicadeza me da una palmada en el hombro y me besa, está vez ambas mejillas.

Por un segundo no veo al adulto de veintisiete años que es, solo veo al niño que saque de las calles hace catorce años.  En su mirada alberga bondad, gratitud y esperanza.

—Todo ha salido bien—susurra en mi oído.

Los efectos de la anestesia van disminuyendo y con ello regresa ese agónico dolor que se ha vuelto tan familiar los últimos meses. Es insoportable que me deja sin aliento. No me quejo. Ya estoy resignado aunque me duele tener que dejar a Jack.

Cierro los ojos con el deseo de dormir y tener la suerte de ya no volver a despertar. Quiero que esto acabe de una vez por todas. Es lo que más anhelo.

—¿Señor Grey?

Mi garganta duele después de la endoscopia que me han hecho y con mucho esfuerzo me dirijo a Taylor:

—¿Que... pasa?

—Ya le han dado el alta, señor.

El doctor Kavanagh entra acompañado de una enfermera. Me desconectan de las máquinas de monitoreo y retiran la vía intravenosa que tenía en el brazo. El doctor me da algunas indicaciones para luego dejarme a solas con Taylor.

—¿Y Jack?—le pregunto.

—Firmando el alta.

Sin que yo se lo pida se acerca con mi maleta y me ayuda a sentarme en el borde de la cama. Deja un traje negro de tres piezas al lado y me da un poco de espacio para que pueda vestirme aunque no deja de estar alerta.

—Me ayudas, por favor.

Sintiéndome un poco avergonzado señalo los calcetines y los zapatos. El dolor que siento en el abdomen ya no me permite moverme ni un poco más y agradezco que Taylor este aquí.

—No se preocupe—dice agachándose frente a mi con los calcetines en la mano.

Cuando termina de ponerme los zapatos se incorpora y extiende los brazos hacia delante para que me apoye en ellos y me levanté de la cama.

—Gracias—digo palmeando su espalda cuando ya me encuentro de pie.

Sawyer nos informa que el área está despejada y salimos de la habitación. Jack ya me está esperando en el estacionamiento con el resto del equipo de seguridad.

—A Escala—le ordena Taylor a Sawyer.

—No. Iremos a Grey House.

Sawyer asiente y pone en marcha el auto. Ryan y Reynolds nos siguen en la otra camioneta.

—No creo que sea conveniente, Christian—dice Jack con desaprobación.

—Iremos y no quiero que discutas ¿Entendido?

—Sí, señor.

Odió cuando me llama señor. Tiene acostumbrado hacerlo cada vez que no está de acuerdo conmigo.

Tengo un lista interminable de cosas por hacer y ya no cuento con el tiempo suficiente. Sawyer se aparca delante de Grey House. Bajo acompañado de Taylor y Jack.

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