En Contra del Tiempo

Capítulo 15

Anastasia

—Hola, Ana.

Finjo no haber escuchado a Ethan y sigo guardando mi ropa en la maleta. Mozart mueve su cola a mi lado tratando de llamar mi atención.

—Anastasia.

Escucho los pasos sigilosos de mi amigo, lo veo acercarse y tomar asiento con cautela.

—Hola, desconocido—saludo finalmente.

—No me llames así.

—Es lo que eres—digo dejando de guardar mis cosas para verlo a los ojos.

Después de todo lo que le he contado acerca de mis sentimientos hacia mi jefe me duele que mi amigo me haya ocultado que lo conocía tan bien. Y desconozco que otras cosas sabe de Christian.

—Lo lamento.

—No importa, supongo que tampoco podías hablar sobre eso.

Los nos quedamos en silencio, Ethan parece debatirse si hablar o no. Y yo realmente no sé si deseo escuchar lo que tenga que decir.

—¿Cuando te irás a Nueva York?—cambia de tema.

—Esta tarde.

—¿Por qué ya no te escucho ilusionada?

Evito verlo y sigo ordenando unas cosas en mi pequeña maleta. Con Ethan no tengo secretos, pero con lo que pasó ya no estoy tan segura de eso.

—Porque no lo estoy—admito con tristeza.

Toda la ilusión del viaje se fue volando al ver el enfado de Christian por tener que ser mi acompañante. Solo rezo para que la revisión que le dará a GEH Fibra Óptica le ocupe la mayor parte de su tiempo para que no incidamos a menudo. Lo que menos deseo es incomodarlo con mi presencia.

—¿Que pasó, pequeña?—Ethan suaviza el tono de voz y ahí está de nuevo esa mirada comprensiva que siempre tiene para mí.

Ay, Ethan. Te quiero demasiado, pero me duele que ocultes información de Christian. Misma que presiento que será devastadora para mí.

—El señor Grey irá conmigo.

—Creí que te gustaba pasar tiempo con él.

Amo pasar tiempo con él, pero su indiferencia es algo que no soporto.

—Es complicado—dije sin ánimos de contarle lo que pasó la noche del domingo.

Tener tan cerca a Christian y deleitarme de su embriagadora fragancia  y de sus cálidos labios fue un momento único. Él me robó mi primer beso y lo hizo de la forma más especial que se puede imaginar. Fue tierno, cálido y amoroso.

Lastimosamente no todo lo bueno dura y él casi de inmediato se mostró arrepentido de su impetuosidad. Le devolví el beso con la esperanza de borrar ese dolor en su mirada, de demostrarle mi amor y de expresarle en silencio que ahí estaba para él. Y su respuesta a eso fue:

«No quiero herirte».

Esas palabras se repiten en mi mente. ¿Acaso no se da cuenta que ya lo hace? Con su indiferencia, con sus silencios y sus ausencias. Me duele su manera de apartarme, ayer me evito durante todo el día, de no ser por Jack no hubiera logrado acercarme a Christian.

El teléfono de Ethan rompió el silencio, él atendió la llamada y tan pronto como lo hizo su rostro palideció, deprisa se despidió de mi dejándome preocupada. 

¿Y ahora que pasa con Ethan?

Dejo todo en orden y salgo de casa. Afuera la camioneta del señor Grey ya me estaba esperando. Un hombre alto de traje negro y lentes oscuros baja del auto pareciéndome muy extraño.