Christian—¿Estás bien?
Anastasia trata de mantenerse tranquila, sin embargo su mirada llena de preocupación la delata.
—Sí, nena—digo en medio de un jodido ataque de tos.
Desperté muy agitado, jadeando en busca de aire. Siento asfixiarme a medida que el aire no llega a mis pulmones.
—Desde que regresamos de Connemara estás así, Chris, y de eso ya hace un par de semanas.
Toma mis manos entre las de ella, asustada por no saber que hacer. Puedo ver sus ojos azules llenos de lágrimas y preocupación.
—Estoy bien, preciosa—digo para tranquilizarla, aunque sé que no es así.
Estando en Connemara empecé a tener problemas para respirar por las noches, intenté no preocupar a Ana los primeros días, pero cada vez que intentó dormir siento ahogarme y los ataques de tos se han hecho más frecuentes noche tras noche desde que volvimos a casa.
—No. No lo estás—susurra temerosa.
—Ana...
—Tienes que ir al hospital—suplica.
—Está bien—digo levantándome de la cama y siento de nuevo esa punzada en el abdomen que me ha atormentado el último mes.
Los últimos cinco años al lado de mi familia han sido los más maravillosos que he tenido, lamentablemente siento que de nuevo estoy en contra del tiempo.
Ya no pienses en eso, Grey.
Cuando estoy encerrado en mi estudio decido llamar a Ethan, por suerte tiene guardia en el Northwest y atiende mi llamada. Escucha atentamente mis inquietudes y por su silencio se lo mucho que esto le está preocupando.
—Puedes ser sincero.
—Debes adelantar tu chequeo médico cuanto antes.
Mierda.
—Si las cosas no salen bien te pido que no le digas a Mia. Al menos no antes de su boda.
Ethan y Mia se casan en un mes y no soportaría arruinarles ese momento tan especial.
—Ella preferiría saberlo—dice con mesura.
—No quiero verla llorando el día más especial de su vida y menos si es por mí.
—¿Y que hay de Ana y los chicos?
Anastasia sabe que algo anda mal y con Jackson hablé al respecto cuando estuvimos en Connemara. Si mi salud no está bien ellos serán los primeros en saberlo. En cuanto a Richard, él es muy pequeño para comprender que puedo estar enfermo.
—Hablare con ellos cuando tenga los resultados.
—Bien. Descansa, mañana nos vemos.
—Gracias, Ethan.
Al cortar la llamada abrí el último cajón de mi escritorio. Una botella vacía de Macallan y mi antigua caja de habanos están guardados como recordatorio de los errores que cometí y sigo padeciendo.
Jamás debí permitir que me dominaran.
Me recline en la silla mientras veía las fotografías de mis hijos y cada uno de sus dibujos que tengo enmarcados y colgados en la pared. Debo mantenerme positivo sin importar lo que pase, lo tengo que hacer por ellos.
Un día más a su lado es un regalo.
Cada segundo es un regalo.
No importa el tiempo, si no lo que hagas con el.
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En Contra del Tiempo
FanfictionSu tiempo juntos se volvió como una cuenta regresiva y temen que aquella terrible noticia finalmente se cumpla. Ana y Christian saben que el tiempo es lo mas valioso por eso prometen amarse hasta el final de sus días.