Capítulo 2

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Anastasia

-¡Anastasia! ¡Anastasia!

Abro los ojos de golpe al escuchar a Kate aporrear la puerta de mi habitación. Me levanto con un terrible dolor de cabeza. Ayer no debí beber de más.

-Ya voy.

-Levanta tu trasero de la cama. Son las nueve.

¡Dios santo!

La entrevista de mi vida es a las diez. Me levanto como una loca y corro al baño. Después de cepillar mis dientes me doy una ducha rápida y voy a buscar algo decente para hoy.

Al salir Kate está frente a su portátil escribiendo y a la vez tomando un café. Ella es mi vecina y mejor amiga. Trabaja para el Seattle Times desde hace un tiempo, hasta tiene su propia columna: Vida Económica con Kate Kavanagh. Cada semana publica un nuevo artículo sobre las empresas que dirigen al mundo, elogia su buen trabajo y también crítica si sus políticas son injustas para los trabajadores. Ella tiene el trabajo de sus sueños.

-Hola, chicas.-saluda Ethan entrando a mi departamento.

Él es nuestro vecino de enfrente y es también hermano de Kate. Él trabaja en el hospital Northwest en el área de hepatología para ser exacta. Es un buen hombre y muy cariñoso.

-Hola, Ethan.-digo dándole un beso en la mejilla con rapidez luego me dispongo a prepararme un desayuno más o menos comestible.

-¿Por qué la prisa?-me pregunta mientras toma asiento en uno de los taburetes y se roba el café de Kate.

-Hoy tengo la entrevista de mi vida y la desconsiderada de tu hermana me emborrachó anoche. Voy algo tarde.-digo con frustración.

Ethan frunce el ceño y ve reprobatoriamente a su hermana.

-No me mires así.-le dice a Ethan con fingida indignación.- Solo intentaba que Anastasia saliera de su cueva y consiguiera por fin un novio. No todo el tiempo puede vivir entre libros.

-Estoy bien así, Kate.

-Estabas bien así cuando vivías bajo la protección de tus padres. Ahora eres libre.

Pongo los ojos en blanco por su respuesta. Quizá mis padres fueron muy sobre protectores conmigo, pero eso fue porque de pequeña me enfermaba constantemente.

-No molestes, Kate.

-Conoce el mundo, amiga.

-Ya lo conozco.

-Sí, claro. Lo dice la chica que vivía hace dos meses con sus padres. Ya tienes veinticuatro, Anastasia.

-¿Y eso que tiene de malo? Soy feliz así. Me gustan mis libros.

-No discutan, chicas.-dice Ethan muy relajado.-Todo te irá bien en esa entrevista, los chicos vendrán después.

-Gracias.

Tomó asiento en uno de los taburetes y veo mi desayuno. Dios, esto es un desastre. De los nervios soy incapaz de comer.

-¿Y ahora que pasa, Ana?-pregunta Ethan.

-Esta pensando en el novio que dejó ir anoche.-responde Kate.

-Ya deja eso.

-Solo bromeaba. Ya sabes que yo estaré aquí para ti incluso cuando seas una mujer de cuarenta amargada y soltera.

Pongo los ojos en blanco por sus tonterías.

-Conseguiré el trabajo y un novio, quizá mi futuro esposo.

En Contra del Tiempo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora