"Chapter One: I'm James Wood."
"Capítulo Uno: Soy James Wood."Los rayos de sol comienzan a colarse por las cortinas celestes mientras coloco el último botón de mi camisa. Volteo mi cabeza para ver el despertador, 5:47 AM señala en números rojos. Es temprano, aún tengo tiempo de sobra para llegar a mi trabajo, no tendría que entrar hasta las siete y treinta de la mañana. Tomo la pastilla que se encuentra a un lado, en la pequeña mesa de noche, esperando a que haga un rápido efecto, de lo contrario, mi cabeza explotaría del dolor que la resaca me estaba provocando.
Amarro mis zapatos con rapidez, listo para irme, intento levantarme queriendo hacer el menor ruido posible. Un pequeño crujido se escapa de la cama, haciéndose escuchar por toda la habitación, me quedo estático por unos segundos. Al no escuchar alguna respuesta detrás mío, volteo para asegurarme que la mujer que se encuentra en la cama no se haya despertado, alivio llena mi interior al notar su pesada respiración . Me dirijo a la puerta, con apresurado paso, pensando que mientras antes salga de aquí, mejor. Escucho un pequeño beep proveniendo de el bolsillo de mi pantalón. Lo sacó apresuradamente y lo colocó en modo silencio. Antes de que pueda volver a tomar mi camino a la puerta, sé que ese pequeño mensaje que había recibido había sido suficiente para despertarla. Escucho su voz detrás mío mucho antes de que pueda tomar el pomo de la puerta.
- ¿Jamie? - pongo mis ojos en blanco al escuchar el pequeño y molesto apodo. Era tan... Castrante que una mujer se comportara de esa manera, irritantes pensando que son lindas y tiernas. Odio a una mujer que sea tan empalagosa que casi te podía enfermar de diabetes.
Me volteo para darle la cara y darle una sonrisa hipócrita, ella me sonríe de vuelta. Claramente no le diría que no la volvería a ver, nada me costaba ser caballeroso y tratarla bien. Tenía que tener educación por lo menos. Modales ante todo.
— ¿Sí, cariño? — le pregunto dulcemente mientras le doy mi completa atención. Bueno, al menos fingiendo darle mi completa atención.
— ¿Ya te vas? — inquiere en el mismo tono molesto.
— Tengo que ir a trabajar, Serina — me excuso con sutileza a su bastante obvia pregunta.
— Cecilia — me corrige un poco enojada. Mi culpa — ¿Nos veremos de nuevo? — cuestiona haciendo un pequeño puchero, y batiendo sus pestañas postizas repetidamente. Aprieto mis labios y fuerzo una sonrisa amable ¿Qué quieres de mí, mujer?
— Si el destino así lo quiere — digo para luego guiñar un ojo y finalmente poder largarme del lugar.
Siempre utilizaba la misma frase. Siempre. "Si el destino así lo quiere". Yo me encargaba de que el destino no se interpusiera en mi vida. No podía creer como podían caer una y otra vez en aquella pequeña frase. Podía jurar que salir con mujeres era demasiado fácil, solo tienes que decir lo que ellas quieren escuchar, y así te ahorras millones de problemas. Claro, nunca prometas algo que no puedes dar.
Bajo en el ascensor hacía el estacionamiento para salir del hotel. Meto una mano en mi bolsillo para sacar mis llaves y subo a mi auto, sin evitar pensar en la noche anterior.
Odio a las mujeres así, tienen ese tono de voz tan agudo y molesto, su boca solo sirve para una cosa. No puedo evitar reírme ante mi pensamiento mientras voy conduciendo. Por un momento me siento avergonzado por el infarto seguro que la daría a mi madre por tan sólo mi manera de pensar, pero no es como si leyera mi mente. Además, no es que como que este lastimando a alguien. Nunca les prometí que les daría un final de cuento.
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JEFE [En Edición]
ChickLit"En un mundo de hipócritas, los sinceros somos los malos" "Soy feliz así, es mi vida y no la cambiaría" "Simplemente no lo siento" "- Te equivocas, soy igual que tu" Un cambio de roles. Por que ¿A quién le gustan las historias cliché? ◀Portada crea...