Extra (Corto)

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¡Y aquí estoy de nuevo! Espero que lean esto... Y si no pues... Ustedes se lo pierden! 😂 Mañana subiré otro extra más... Pero mientras lean! ❤ Con amor... AnonymousGirl-OMG

MADRES FURIOSAS

James

Me pasé las manos por el pantalón repetidamente para secar el sudor en ellas. Caroline me sonrió para que me tranquilizara, esperaba que hiciera un efecto en mi pero no funcionó.

Los papás de Caroline me iban a matar, mi madre me iba a matar ¡Yo era un hombre muerto!

Mi madre se había tomado un tiempo para venir a Inglaterra, no había traído a mi hermana con ella, podía estar sólo un poco más tranquilo por esa razón.

Los padres de Caroline invitaron a mi madre a cenar, así que aquí estábamos todos... A excepción de Bruno, aún extrañaba a ese bastardo, y para Caroline era más difícil pero salía adelante. Tenía que hacerlo.

En estos momentos nos encontramos todos sentados y comiendo, el padre de Caroline charlando alegremente, mientras todos los escuchan, Liam jugando con su comida, viéndose aburrido y Caroline lanzándome miradas cada diez segundos.

Me limpié la garganta y me paré de mi asiento, tenía que ser valiente, mi corazón palpitaba con fuerza como si estuviera corriendo por mi vida. Tomé un respiro comenzando a sentir las miradas de toda la mesa una por una.

Antes de que abriera la boca, sin poder olvidar los nervios, Caroline habló.

— Estoy embarazada — abrí mis ojos como platos, por el poco tacto de Caroline al decir las cosas, el papá de Caroline me miró ceñudo.

Mi mamá se quedó estática dejando la cuchara a mitad de camino hacia su boca.

— Hijo de puta — Liam habló divertido comenzando a reír, mientras Jessica lo golpeaba con suavidad en el brazo para que se callara.

— ¡Dios mío! — mi madre habló mientras se persignaba — ¡Voy a ser abuela! — estaba tan emocionada que sus ojos se comenzaron a llenar de lágrimas y movía sus manos intentado soplar aire a su cara.

— Los felicitó mucho — habló la madre de Caroline, mirándose con una cara de alegría y su ojos aguados pero no tan exageradamente emocionada como mi madre.

Me senté con mi mente en blanco, estaba aún nervioso, David Stone aún me veía molesto.

— Espera un momento — habló por fin él — ¿Dejaste embarazada a mi hija sin casarte con ella? — empecé a procesar las palabras que podría dirigirle pero ninguna parecía querer salir.

— ¡Lo tengo! — mi mamá comenzó a dar pequeño aplausos — ¡Se tiene que llamar como yo si es una niña! Una linda y pequeña Marianne — su sonrisa no podría estar más grande y yo comenzaba a asustarme.

— Primero, no sabemos si será una niña, además también le pueden poner mi nombre — la madre de Caroline se defendió, tratando parecer serena.

— No sé, creó que Marianne suena mucho más lindo — mi mamá parecía empezar a molestarse un poco, ambas madres eran pésimas para esconder su enojo.

— Bueno, eso es lo de menos... — Caroline intento interrumpirlas pero no funcionó, Amanda, la madre de Caroline volvió a hablar.

— Será un hermoso bebé, con su cabello rubio — apuntó contenta, parpadee al ver la cara de mi madre frunciendo su ceño.

Nada bueno iba a pasar.

— Podría tener el cabello negro — mi mamá refutó.

— Todos saben que los bebés rubios son más adorables y si mis nietos nacen rubios, serían demasiado hermosos — Amanda habló sonriendo.

— ¿Estás diciendo que mi Elliot no es hermoso? — mi mamá habló realmente enojada.

— Sólo digo que los rubios son atractivos — Amanda volvió a hablar, mi mamá habló la boca enojada.

— Vamos, mamá. No lleguemos a tanto — Caroline habló.

— Vete a tu cuarto, Caroline — Amanda habló con seriedad.

— Tengo treinta años — se quejó Caroline cruzándose de brazos.

Liam se rió fuerte y sacó su teléfono apuntando a las dos madres.

— ¿Qué haces, idiota? — pregunto Caroline.

— Grabó un vídeo para Youtube, esto se pondrá bueno — contestó Liam, su hermana negó enojada.

De tal palo tal astilla. Había demasiado parecido en Caroline y su madre.

— Mi hijos y yo, somos de cabellos morenos, además lo que se dice de las personas rubias no es lo mejor — mi mamá se defendió y yo negué.

— Mamá — intenté pararla, ella levantó su dedo índice hacía mi.

— Ahora no, Elliot. Platica de adultos.

¿Pero qué demonios? YO era un adulto.

— ¿Qué se supone que se dice de los rubios? — Amanda preguntó alzando su delgada ceja rubia.

— Ya sabés, no son las personas más inteligentes — la madre de Caroline abrió la boca con sorpresa ante las palabras de Marianne, mi madre estaba loca.

— Mi hija es la jefe de tu hijo — Amanda habló enojada.

— Mi hijo podría renunciar y poder su propio bufete de abogados.

— Pues no lo ha hecho.

— Podría hacerlo.

— Sigue soñando.

— Bruja — mi madre comenzó dejándonos a todos sorprendidos.

— Fea.

— Tonta.

— Mala madre — todo se quedaron tensos ante las palabras de Amanda.

Mi madre tomó comida de su plato y se la lanzó a Amanda haciendo que cayera justo en la cara. Amanda hizo lo mismo, haciendo que una pelea se soltará entre los dos.

— ¡Basta! — David, el padre de Caroline interrumpió — ¿Acaso soy el único que le importa que James embarazo a mi hija sin haberse casado con ella? — se paró de su asiento, poniendo las manos en la mesa.

Nuestras madres estaban cubiertas de comida, mientras se lanzaban miradas furiosas.

— Tu me dejaste embarazada de Caroline antes de casarnos y nos casamos por ello — habló rápido Amanda sin dejar de ver a mi madre, se tapó la boca rápidamente al darse cuenta de sus palabras. David se sentó negando y tocando su frente, mientras mi madre sonreía burlándose.

— Fuiste un accidente — Liam se burló de Caroline.

— Guarda silencio, Liam, tu igual — él papá de Caroline habló tranquilo y con cansancio, mientras las madres no paraban de seguir mirándose con furia.

Solté un suspiro mientras pellizcaba el puente de mi nariz.

— Te dije que no le hubiéramos dicho nada — le dije a Caroline con cansancio — Ellos lo hubieran notado sólos.

— No puedo creer que se peleen por cosas tan tontas — levanté mis hombros con indiferencia.

— Nuestra bebé se podría llamar Marianne — hablé pensando en la idea de mi madre, Caroline me miró enojada — O no podría llamarla así — me reí ante su cara de enojo.

Volví a ver a las madres protectoras y enojadas, esto iba a tardar un rato, ni siquiera pensaron en la idea de que podía ser un niño y yo ya había decidido llamarlo Anthony, y no importaba si iba a hacer rubio o pelinegro, iba a ser nuestro.

Iba a ser mi hijo.

JEFE [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora