JEFE [En Edición]

Chapter Eleven

“Chapter Eleven: Regret, Party & Boyfriends”

“Capítulo Once: Arrepentimiento, Fiesta y Novios”

Me levanté, aún sin abrir los ojos, busqué en la cama, con mi mano, el cuerpo de Caroline. Ella ya no estaba. Me levanté y la vi sentada en la esquina de la cama, cambiándose.

No sabía como primero nos encontramos hablando de que no follaríamos y terminamos haciéndolo, mi apartamento había sido el que se encontraba más cerca, así que aquí estamos.

— Buenos días — dije con mi voz ronca.

— Buenos días — contestó ella.

— ¿Te vas? — pregunté estúpidamente.

— Sabes como es esto, James. Más que nadie, lo sabes. Una noche, sexo y listo. El único problema es que somos compañeros de trabajo y estuvo mal de mi parte haberme acostado contigo.

Se estaba arrepintiendo. Se levantó ya cambiada, se acercó a la cama y se recargó con las manos en ella, quedando cerca de mi rostro.

— Si te hace sentir mejor — hizo una pausa. Moviendo sus dedos por mis pechos. No quería temblar debajo de ella. No me acostaba dos veces con alguien — Es el mejor polvo que he tenido en mi vida — sonrió sinceramente y me besó en la mejilla.

Se suponía que después de que me acostará con ella, podría estar en paz. Pero quería seguir teniendo sexo con ella, me gustaba como se sentía mi cuerpo con el suyo y como gemía debajo de mi.

Era sólo un simple capricho. Era interesante haber encontrado a alguien igual que yo. No buscamos una relación.

Sólo queríamos tener sexo sin ataduras, tal vez podía llegar a un acuerdo con Caroline.

Romper una de mis reglas acerca de acostarme dos veces con la misma persona.

***

El sábado que tenía libre, se había ido más rápido de lo pensado, era domingo por la noche, lo que significaba que hoy sería la fiesta entre Green & Stone. El sábado había tenido tiempo de comprar un auto. Me pagaban lo bastante bien para haberme comprado unos de los autos más caros.

Me estacioné enfrenté del salón y le di las llaves al ballet parking. Me coloqué un traje negro y una camisa blanca, opté por usar una corbata del mismo color que el traje.

La fiesta se estaba celebrando en grande. Había una orquesta por un lado y meseros yendo de un lado a otro. Hombres con traje y mujeres con vestidos largos.

Tomé una copa que traía un mesero y caminé con seguridad.

No le veía mucha diversión a este tipo de fiestas. No tenía nada que hacer, tal vez podía conseguir a alguien con quien follar e irme.

Pero interrumpieron mis planes de las manera más confusa posible. Y apenas había entrado a la fiesta.

Caroline

No podía estar pasando esto. Me negué a aceptarlo.

Tomé a mi hermano fuertemente del brazo y lo llevé conmigo para hablar en privado.

— Dijiste que no estaría aquí — dije entre dientes.

— No lo sabía, lo juro, Caroline. No te dejes afectar por él. No muestres que te importa — dijo apenado.

— No me importa — dije enojada, tomando de mi copa. Cerré los ojos para tranquilizar un poco mi humor.

— Mierda — susurró Liam.

Lo volteé a ver confundida, y dirigí mi mirada hacía donde él lo hacía. Estaba caminando para llegar con nosotros. Todo parecía cámara lenta.

Me di un golpe a mi misma mentalmente, por actuar como una adolescente, era una mujer, y este hombre no tenía ni un poder sobre.

— Caroline, Liam — dijo sonriendo. Me dio un beso en la mejilla y luego saludó a mi hermano con un apretón de manos — Te ves hermosa — me dijo, viéndome de pies a cabeza lentamente.

— Gracias — dije seria.

— ¿No les parece una magnífica fiesta? — habló mientras levantaba su copa y tenía la otra mano en el bolsillo. Vi como mi hermano estaba tenso, su mandíbula apretada y sus puños cerrados.

Zac Green.

Un abogado al igual que yo. Con un cabello negro, de piel tostada y ojos verdes que llegaban a parecer obscuros.

— Me voy — dijo mi hermano. Liam sabía lo que había pasado con Zac. Y sabía que si se quedaba lo iba a matar a golpes.

— Creí que habías dejado el bufete de tu papá — dije restándole importancia.

— Lo hice — asintió — Por unos meses. Fui a vivir a California, pero regresé — sentí su mirada sobre mí, pero decidí ignorarla — Caroline, yo — lo interrumpí antes de que siguiera hablando.

Vi a James e hice lo primero que llegó a mi mente, sabía que me arrepentiría luego.

— Ahí esta — dije contenta. Zac me miró confundido.

— ¿Quién? — preguntó. Ignoré su pregunta y caminé hacia James.

Llegué a él y le di un abrazo. Podía ver que sus torpes movimientos al  abrazarme, estaba confundido.

— Sigue el juego — susurré en su oído.
Tomé su mano y lo llevé hacia Zac. Veía el ceño fruncido de Zac.

— Zac Green — dije presentándolos — James Wood — sonreí — Mi novio — dije después, aún tenía la mano de James agarrada.

Esto había sido un error. Pero ya no había vuelta para atrás.

— Un gusto — James extendió la mano con una sonrisa, sosteniendo aún con su otra mi mano.

Podía descifrar que Zac estaba enojado. Lo conocía por más de 5 años.

— Igualmente — extendió Zac su mano. Cuando James soltó su mano, cambio de posición, poniéndose detrás mío y rodeando sus brazos alrededor de ni cintura, me tense un momento pero seguí el juego.

Un silencio incómodo se puso entre nosotros.

— Caroline — rompió James el silencio. Lo volteé a ver desde atrás soltando sus brazos de mi cuerpo.

— ¿Si? — pregunté.

Me besó.

El había roto mi regla. El me había besado.

Luego de haber tenido sexo con muchos hombre y no haberles besado, él me besó. Sus labios formaron un lento beso sobre mí boca, sentía como mordía y succionaba mi labio inferior, solo cerré mis ojos y me dejé llevar. El colocó sus manos alrededor de mi cintura y coloqué alrededor de su vuelo mis brazos.

No había besado a nadie luego de un año.

Alguien tosió haciéndonos separar. Zac seguía enfrenté de nosotros. James sólo sonrió.

— Lo siento — James se disculpó — Debes entender que no es fácil no besar a alguien tan hermosa como Caroline — dijo pasando su pulgar sobre mí labios, acomodando mi labial.

— Lo entiendo completamente — dijo Zac sonriendo — Yo también besé esos labios. Se que es imposible separarse de ellos — habló burlón.

— ¿Disculpa? — preguntó James enojado.

— ¿No sabes? — preguntó Zac fingiendo sorpresa — Caroline se iba a casar conmigo.