Chapter Four

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Chapter Four: A new place, same life.
Capítulo Cuatro: Un nuevo lugar, misma vida.

- Ya es una costumbre ¿Verdad, jovencito? - dijo el señor con una acento obviamente británico.

- Um, disculpe no se de que esta hablando - él rió con gran estruendo. Su risa me hizo sentir estúpido. Fruncí mi ceño.

- La atención de las mujeres - dijo él obvio - Mi nombre Michael - estiró su mano hacia mí, la tomé.

- James.

- Bueno, hijo, dejáme decirte que eres muy apuesto.

¿Qué rayos estaba pasando aquí?

- ¿Gracias? - fue lo único que pude articular.

- No me mal entiendas, eres apuesto y yo también lo fui. Tal vez más que tu - asentí, extrañado para que el siguiera hablando - Por lo que veo recibes mucha atención femenina, y yo se que tu no niegas esa atención. Lo peor es que yo era exactamente igual a ti. Me acostaba y no quería que mas que sexo. Esa era mi vida y creí que era feliz - él sacó un teléfono de su saco. Y mando un mensaje. Me quedé unos segundos analizando sus palabras - ¿Acaso tu no eres así, James? - preguntó sacándome de mi trance - El silencio otorga. Sabes... Algún día conocerás a una mujer que cambiará toda tu vida. Y hablo de TODA. Y te enamorarás perdidamente de ella. Pero será difícil, por que todas tus acciones tienen una consecuencia. No sabes cuanto me costo que esa mujer me correspondiera.

- Con todo respeto, usted no sabe como vivo o cual es mi vida, Michael - él sonrió.

- ¿Me equivoque? - negué - ¿O caso eres... Umm... Ya sabes... Gay? - negué repetidas veces - Entonces - dejé salir un suspiro.

- Ya que al parecer si sabe de mi vida... Soy feliz ¿Cómo explica el que yo no quiera una relación formal en mi vida? - dije un poco exasperado.

- Tienes miedo - y lo dijo como si fuera lo más natural del mundo. Reí irónico.

- Aja, okay - Sonreí.

- Soy feliz, James. Llevó 35 años casado con la mujer que amo. Tengo 4 hijos y una hija. Creeme que al decirte que una vez que encuentres el amor, no quiero dejarlo.

No sabía si había sido el destino, una fuerza mágica o Dios, pero había encontrado a ese señor, que según era "igual" que yo. No se si sea verdad o mentira. Pero el dijo que cuando encontrará el amor, no lo dejaría ir... Que "lastima" que no lo encontrado. No quiero hacerlo. Digan lo que digan...

Soy feliz, yo me conozco ¿Cierto? Es mi vida. Y la quiero vivir como YO quiero. Y lo sentiré mucho si decepciono a muchas personas, pero no debieron poner su fe en mi desde el principio.

El señor que iba a mi lado, Michael. Había ido a Chicago a ver a su hija. Me contó que al fin estaba embarazada. Michael tenia 11 nietos. Mas su hija, 13 nietos. Así es, eran gemelos. Me sorprendía ver a Michael contar historias sobre su familia con un entusiasmo tan grande. Era extraño. Era... Tan parecido a papá.

Tomé valor para hacerla una pregunta antes de que el avión llegara a su destino.

- ¿Cómo... Es que después de tantos años con su esposa... No le aburra el...? - no pude continuar.

- Sexo - dijo sin algún pudor. Asentí - El saber que ella de te entrega en cuerpo y alma y que lo hace por que te ama. Te llena. Es muy diferente el sexo, con hacer el amor - dijo y yo asentí dudoso - Además de que Marie es muy buena esa parte - ambos reimos.

Para la edad de Michael era muy divertido y sobre todo precoz. El viaje fue menos aburrido de los esperado.

Había recogido mi equipaje y estaba por irme a tomar un taxi. Hacía un frío del demonio.

- ¡Hey, James! - volteé al oír que Michael me llamaba - ten - me entregó una tarjeta con su nombre y numero - llámame cuando te rechace - me guiño el ojo y yo Sonreí con el ceño fruncido - creeme necesitarás un amigo cuando suceda - iba a contestar que no era necesario pero otra voz me interrumpió.

- ¡Mike! - gritó una señora efusiva y besó a Michael. Su esposa, Marie. Una señora de la misma edad de él, su belleza y elegancia eran... De gran asombro.

Por un momento pensé que sería tener una vida junto con una persona cuando fuera mas viejo. Y luego pensé que era una estupidez pensarlo.

- Marie, él es James Wood - me presentó Michael. Los ojos verdes de Marie me miraron con suspicacia. Y una dulce sonrisa se formó en su rostro.
Le tendí la mano pero ella me abrazó.

- Es un gusto, James. Espero que no sufras tanto como este tonto - dijo codeando suavemente a Michael. Él se ruborizó.

-- ¿Gracias? - me estaba deseando que no sufriera... ¿Tanto?

Nota mental:
Algunos británicos son raros.
Pero su acento es realmente genial.

La sobrecargo llego de repente.

- Disculpe, se le olvidó esto - dijo entregándome un papel doblado. Al abrirlo era su número telefónico.

-- Tu botón - dijo Marie señalando - No es bueno mostrar de mas - Michael y yo intentamos ocultar nuestras risas. La sobrecargo trato fulminar a Marie con "disimulo"

- Es hora de que nos retiremos- Dijo Michael.

Se despidieron. Creo que los dos son efusivos.

Cheque mi reloj. Interesante. Aun es temprano. Tal vez. La sobrecargo si me pueda ayudar después de todo...

Tecleé el número en mi celular.
Un tono... Dos... Si no contesta ni modos...

- ¿Aló? -Sonreí.

- Sabés... Creo que si necesitó algo - hablé ronco.

- Te espero en el ala norte, en 5 - me reconoció al instante.

***

¡Maldita sea! No es un buen comienzo en Inglaterra. No puedo creer que no llegara a mi orgasmo ¡Maldición! Esa chica gritaba en exceso ¡Ni siquiera había entrado en ella! ¡Por Dios! Mi humor había cambiado drásticamente.

Nota mental: No tener sexo en una área restringida.

1 - Espacio pequeño.

2 - No aprueba de sonidos

3 - Nos encontraron.

- Taxi - grité. Un pequeño raro auto negro. Se paró enfrente de mi. Y subí. Le di la dirección del departamento. Y taxímetro empezó a correr.

***
- ¡Idiota! - le grité y tomé mi equipaje con fuerza. El taxi se fue y el conductor me saco el dedo de en medio hasta que lo perdí de vista.

Nota mental:
Descargar Google Maps.

1 - Me estafaron.

2 - No sabía donde quedaba el departamento.

3 - El conductor tardó más... Para cobrar mucho dinero.

4 - Salir a conocer las calles de Londres.

Lo peor de todo es que es mi primer día aquí... Y ya extraño Chicago.

JEFE [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora