JEFE [En Edición]

Chapter Fifteeen

Chapter Fifteen: First Day
Capítulo Quince: Primer Día

James

Procuré llegar temprano. Yo en realidad amaba hacer enojar a Caroline.

Bajé del auto para entrar al edificio. Caroline recién llegaba con su hermano detrás.

— Buenos días — dije a la recepcionista.

— Buenos días — contestó coqueta.

— Hermoso día ¿Cierto? — dije viendo hacia Caroline, con una sonrisa. Ella sólo atinó a fruncir su ceño.

— Si lo es — me contestó rápidamente — Oye, quería saber si esta libre para... — la corté antes de que terminará.

— No estoy libre. Lo siento.

Fui caminando hasta Caroline. Ella sólo me miraba más confundida, mientras yo sonreía.

— Buenos días — hablé para luego tomarla de la cintura y atraerla a mi y besarla. Ella se quedó quieta. Apretó su boca, para que parará de besarla.
Mordí delicadamente su labio inferior, para que abriese su boca. Y así fue. Y cuando por fin, creí que me seguía el beso, mordió mi labio descaradamente fuerte. Haciéndome soltarla.

— Ouch — dije con mi ceño fruncido.

— A esto me refería con cláusulas, James — reí por lo bajo.

— Bueno, bueno ¿Cuándo sucedió lo de esta hermosa pareja? — habló Liam, mientras me guiñaba el ojo.

— Oh, callate, Liam — dijo Caroline un poco frustrada. Liam rió.

— ¿Porqué tan enojada? — pregunté. Caroline sólo se dedicaba a ver a su alrededor. Todo nos estaban viendo.

— Aquí viene — susurró Liam.

— ¡A su trabajo, señores! — gritó Caroline enojada — ¡Aquí no hay absolutamente nada que ver!

Todos alrededor de nosotros, comenzaron a despejar el área.

— Hostil pero eficaz — hablé divertido.

— Lo menos que quería causar era revuelo sobre nosotros.

— Aww — exclamó Liam — Dijo nosotros ¿Lo escuchaste, James? — Asentí riendo.

— ¡Basta! Ustedes dos — dijo señalándonos — No me quieren ver enojada. Así que esperó que se calmen.

— ¿No estás enojada? — pregunté sorprendido.

— Tu no has visto nada, querido cuñado — Caroline puso los ojos en blanco y caminó hacía el ascensor. Nosotros dos la seguimos.

— Se todo sobre el contrato. Pero ¿A quién no le gusta molestar a mi hermana? — susurró a mi lado.

Pasamos a la recepcionista, que tenía una cara de asombro. Caroline le lanzó una mirada llena de enojo y está hizo como si trabajará en su ordenador.