JEFE [En Edición]

Chapter Five

"Chapter five: Worst and worst"
"Capítulo cinco: Peor y peor"

Abrí mi departamento, gruñendo bajo.

Si esto sería siempre así probablemente me suicidaría.
Aventé mis maletas y encendí la luz.
Okay, no estaba tan mal. El departamento... era genial.

Sillones de cuero negro, una chimenea, vista hacía Londres. Todo estaba listo.

Todo el departamento estaba completamente equipado. Al menos esto es un departamento digno.

Mientras me relajaba de todo el enojo acumulado de las "magníficas" calles de Londres, vi una luz roja parpadeando repetidamente a mi derecha.

Lo pulse para escuchar el mensaje que dejaron en el correo de voz.

- Hablamos de Stone & Sons. En unos momentos lo comunicaré con el Señor David Stone - la voz de una mujer se escuchó. Seguido de un pequeño pitido - ¡Buenos Días, James! Esperó que tu viaje allá sido de agrado y tu pocos momentos de Londres hayan sido agradables - habló David Stone.

- Ni que lo digas - dije donde un pequeño masaje en mi sienes.

- En fin... Te llamó para avisarte que lamentablemente no podre recibirte en tu primer día de trabajo. Saldré a un crucero con mi esposa. Pero mis hijos estarán a cargo de todo mientras yo no este. Estamos muy agradecidos y emocionados de que estes en nuestro equipo. Siento que no haya pasado el tiempo suficiente para descansar pero necesitas llegar a la oficina pronto. Para poner en punto tu contrato. Tengo muchas esperanzas acerca de ti, James. Esperó que no me decepciones. En serio, no me decepciones - dijo, para luego hacer una pequeña pausa - Nos vemos pronto, James - dijo el Sr. Stone. Finalizando la llamada.

Un suspiro cansado salió de mi. Ahora tenía que ir a la oficina. Me paré llevando mi maleta al cuarto y sacando la ropa que usaría para ir a la oficina. Entré a la dicha para tomar una rápida ducha.

***

Estiré mi brazo izquierdo, ya que en la mano derecha tenía sostenido mi maletín café. El taxi negro se paró inmediatamente.

- A Stone y Sons, por favor - dije cuando subí. Él me miró extrañado por el retrovisor. Pero no le tomé importancia.

- Por supuesto - dijo arrancando.

Mi celular vibró en mi bolsillo. Lo saqué y vi que tenía una mensaje.

"Suerte en Londres, amor. Te voy a extrañar mucho. Recuerda tu promesa. Besos xxMamá"

Sonreí y guardé mi celular nuevamente en el bolsillo. El taxi aparcó.

- Llegamos - me avisó el taxista. Le quedé mirando por el retrovisor. Confundido.

- Es nuevo aquí, ¿Verdad? - asentí. Mientras le pagaba.

Me bajé y pude ver el gran edificio frente a mi. Era completamente transparente. Era hecho de vidrios, probablemente 10 pisos. Y en la parte superior se encontraba en letras doradas grandes.

Stone & Sons

Sonreí al ver que había llegado aquí. Desde que comencé a estudiar leyes, este era ni sueño. Trabajar con los Stone.

Entré al edificio. Personas en traje iban de arriba para abajo. Justo en medio de todo el lugar había una recepcionista.

Una mujer pelirroja.

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La califique inmediato. Unos ojos verdes. Cabello rizado. Labios delgados. Una linda cara. Su labial rojo. Decía que no era tímida. Bastante interesante. No podía ver el cuerpo, pero podía adivinar que estaba bien proporcionada.

- Buenos días - le sonreí. Ella se quedó mirando por unos segundos. Y luego sonrió coqueta. Recargándose en su escritorio para mostrarme el valle de sus senos.

- Hola - dijo murmurando.

- ¿Sabes en qué piso puedo ver al Sr. Stone, preciosa? - ella sonrió más.

- Es el último piso - dijo señalando hacia la izquierda, el elevador.

- Gracias - le guiñe un ojo, para ir al elevador y subir.
Pulsé el botón 11 y esperé un pocos segundos para que las puertas se abrieran.

El piso era enorme. Sólo habían tres grandes puertas. Enfrente de cada una se encontraba un escritorio. Sólo dos estaban ocupados. El de el centro y el de la izquierda.

Me dirigí al de en medio. Para ver a una morena.

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Sus ojos cafés me examinaron. Sólo traía puesta una camisa blanca, el sacó y pantalones de vestir.

- ¿Lo puedo ayudar? - dijo seria. Era joven, 27 o 28 tal vez. Su maquillaje natural. Sólo podía ver la pizca de brillo labial rosa pálido.

- Soy James Wood, no se, si el Sr. David Stone. Le habló sobre algo, acerca de mi - hablé con tranquilidad. Ella buscó un momento en sus papeles. Y asintió, acomodando sus lentes.

- Transferido de Chicago, ¿Cierto? - asentí con un sonrisa - Bueno, el Sr. Stone no esta aquí. Sólo sus hijos. Liam Stone no ha llegado aún. Pero en pocos minutos llegará. Se programará inmediatamente una junta cuando él llegué - la puerta de la derecha se abrió.

De ella salió una rubia. Grandes pechos al igual que el trasero. Unas zapatillas altas negras. Una falda del mismo color, con una blusa blanca. Sus torneadas piernas daban pasos seguros.

Dejé a la morena del escritorio con la palabra en la boca. Y caminé hacia ella.

Ella se paró de caminar al verme. Alzando una ceja.

- ¿Te puedo ayudar? - preguntó con una voz ronca. Sonreí. Definitivamente podía darle un 10 a ella. Sus ojos azules se posaron en los míos. Y tenía que estar en mi cama. Ya.

- James, James Wood - dije tomando su mano. Y besándole la mano, sin dejar de hacer contacto. Ella tenía una cara neutra. Quitó su mano rápidamente de la mía - Es un placer conocerte - ella frunció su ceño - Soy transferido de Chicago, creí que mudarse a otro continente sería difícil, pero creó que será más fácil de lo que pensé - dije sonriendo - ¿Cómo te llamas, linda?

- Caroline. Caroline Stone - dijo fríamente. Y un balde de agua cayó sobre mí. Y sabía que estaba completamente mal.

Ella era MI jefe.