JEFE [En Edición]

Chapter Twenty-One

"Chapter Twenty-One: Too Faster"
"Capítulo Veintiuno: Muy Rápido"

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James

— ¡Ella es perfecta, James! — dijo mi mamá con emoción luego que Caroline se fuera — Es hermosa, inteligente, amable...

— Sin olvidar británica ¡Dios! ¿Mamá, te imaginas a los hijos de James hablando con ese lindo acento? — la cortó Jennifer.

— Corten todo esto — dije dejándome caer pesadamente en el sofá.

— Es la primera chica que nos "presentas", James — me atacó mi hermana.

Ambas se sentaron al lado mío.

— No tiene que exagerar todo este asunto — las regañe.

— ¿A caso no ves lo que tienes enfrente de ti? — mi madre me preguntó.

— Yo se que es linda, mamá — dije obvio.

— James — llamó mi atención — Ella es perfecta — remarcó un poco irritada. Solté un suspiró.

— Además no es por presionarte, ni nada de eso — habló mi hermana — Pero estás cerca de conocer a sus padres. Ese es un paso muy grande. Te lo voy a explicar de una manera que entiendas — hizo una pequeña pausa — Después de conocer a sus padres, el siguiente paso es el casamiento.

— ¿Espera qué? — dije por fin prestándole atención.

— Ese es el paso más obvio, James. Tu ignorancia ha llegado lejos por nunca tener una relación — habló mi mamá.

Genial, mi madre me estaba enseñando a tener relaciones ¿Qué tan patético es eso?

— No me voy a casar, no aún — me excuse — Por lo menos, no dentro de dos años más — mentí.

La relación se iba a acabar en menos de 2 semanas.

No sabía que iba a llegar tan lejos.

¿Presentaciones con nuestros padres?

No me sentía mal, al lado de Caroline, en realidad hasta lo disfrutaba, ella era divertida pero a la vez sería. Me gusta que todo lo que hace es tan improbable. Ella es...

¡Okay! ¡Para esto, James! No te acostumbres. No te gusta NADA de ella, más que el sexo. ¡Menos de 2 semanas!

Nota mental:
No pensar en CAROLINE.

Esto se está saliendo de mi manos, ni siquiera se como me irá con su familia.

— Si se van a casar dentro de dos años, tuvieron que posponer su encuentro con sus padres.

— Puedo hacerlo todavía — levanté mis hombros restándole importancia.

— ¡Oh no! Los Wood no se echan para atrás. Nosotras iremos. Y tú te portarás como el novio perfecto.

— Mamá, es mi primera relación — hablé con obviedad.

— Pues entonces empieza a practicar, jovencito — regañó ella.