Lo que pasó entre La toman y yo •Terminada•

No sueltes mi mano

¿Alguna vez has pensado que se siente si te pegan un tiro en la cabeza? Es decir, ¿Sientes algunos segundos de dolor? ¿Mueres al instante?
Yo siempre me lo he llegado a preguntar, pero no te preocupes. Por suerte aún no lo he llegado a experimentar.
El disparo me dejó sorda durante un par de segundos. Mikey desvío el arma hacia un lado para que la bala no me diera. Su mano no dejaba de temblar.

-No puedo... jamás podría hacerte daño T/N- dice Mikey mientras sus lágrimas no dejan de brotar de sus ojos.

- Dispárame - susurro sin quitarle la vista. - Tienes que hacerlo Mikey, solo así salvarás a Emma-

- No puedo hacerlo joder- su brazo comienza a cansarse y empieza a descender. Yo lo sujeto y hago que me vuelva a apuntar.

- Mikey escúchame, tienes que confiar en mí, por favor- acaricio su mano con mi pulgar mientras ambos nos miramos fijamente.

-Puedo hacer que esto salga bien para todos, pero tienes que confiar en mí. Dispárame- La mirada de Mikey ahora es algo confusa. Yo suelto su mano para llevar mi dedo señalando mi hombro. Me posiciono de manera en la que Kisaki solo puede llegar a ver la espalda de Mikey.

- Ahora, hazlo- vuelvo a susurrar.
- Lo siento- susurra el antes de cerrar los ojos y apretar el gatillo.
El arma está demasiado cerca por lo que la bala me atraviesa de una el hombro. Al escuchar el disparo caigo al suelo.
Todo se queda en silencio.

A los pocos segundos se oyen unos aplausos.

- Bravo, bravo, Manjiro Sano. Me sorprende que hayas tenido el valor de elegir entre tu hermanita y la mujer a la que amas. Ahora dime, ¿Cómo te sientes?- dice Kisaki mientras camina hacia él.

Abro un poco el ojo para ver como siguen alrededor. Draken me mira con angustia. Yo le intento hacer un gesto con la mano y rezo para que lo vea.
Su pecho se desinfla al darse cuenta.
Muevo un poco la vista hacia Emma. Sigue atada pero ahora mismo solo la tiene sujeta un tipo.

- ¿Qué quieres que te diga Kisaki? - dice Mikey mirándolo con rabia mientras tira el arma al suelo, a tan solo unos centímetros de mí.

- Quiero que me digas el dolor que sientes ahora mismo. Porque no la vas a volver a ver, jamás. Y he pensado mejor las cosas y creo que esto no es suficiente. Aún te queda mucho por lo que sufrir, así que ahora admira la muerte de tu hermana-

- No! - grita Mikey. Está muy lejos de ella y por mucho que corriese no llegaría a tiempo.
El tipo que la tiene sujeta saca un arma y le apunta en la cabeza.

* Se vuelve a oír un disparo*

Aquel mismo tipo cae de rodillas con un agujero de bala en la cabeza.
Todos se dan la vuelta y me ven con el arma en alto mientras que con la otra mano me hago presión en el hombro.
El arma solo tenía una bala y lo llevé al todo o nada.
Gracias a dios acerté.

Draken aprovecha la paralización de todos para correr hacia Emma. En cuanto llega a ella la toma en brazos y se aleja del lugar todo lo posible.

Kisaki mira a Mikey con odio y sale huyendo en dirección al edificio. La pelea vuelve a empezar.
Mikey sale corriendo tras él.

- ¡Mikey no! ¡Espera!- grito. Pero Mikey no me oye. Me levanto y corro tras ellos hacia el interior del edificio. Subo las escaleras tan rápido como puedo. Ellos ya me llevan bastante ventaja. Cuando voy por la mitad se escuchan unos disparos en la azotea.

- Mierda...- me quejo mientras doy todo de mí por llegar arriba cuanto antes. Al abrir la puerta me encuentro con una de las peores imágenes.

Mikey está en el borde de la azotea, de rodillas. Su torso está lleno de sangre pero no consigo encontrar ninguna herida.
No sé que puedo hacer.
No encuentro una manera buena en la que pueda salir bien de aquí, pero pienso salvar a Mikey.
Corro hacía ellos. No tengo más pensamiento que empujar a Kisaki por la  azotea, aunque eso signifique que me lleve con el.

Mis pasos le hacen girar la vista y como si Mikey me hubiese leído la mente, sus ojos se clavan en los míos durante una milésima de segundo antes de agarrar a Kisaki y saltar al vacío.

- ¡NOOOOO!- corro hacia el borde mientras siento una fuerte presión en el pecho.
Al asomarme, veo a Mikey agarrado de un pequeño poste que hay clavado en la pared. Kisaki lo tiene agarrado del pie.

- Ya has jodido bastante la vida a mi familia, no volverás a joder a nadie más- terminando esta frase, Mikey golpea con fuerza la cabeza de Kisaki haciendo así que el se soltará.

En ese momento sentí como si todo fuese a cámara lenta. Veía a Kisaki caer de un sexto piso muy despacio hasta llegar a golpearse contra el suelo. Ahora todo su cuerpo no dejaba de sangrar. Ya no se movía.
Kisaki, estaba muerto.

- ¡Mikey! Agarra mi mano- digo mientras intento alcanzar la suya. El no se mueve, solo se limita a mirarme.

- Ya está, por fin se ha acabado. Podemos seguir con nuestras vidas, todos juntos. Emma, Draken, tú y yo-

Alcanzo su muñeca y lo agarro con fuerza. El no hace ningún intento por sujetarla.

-Mikey, no sueltes mi mano. Sé que todo esto ha sido muy duro. Lo ha sido para todos pero aún más para ti. Prometo hacerte olvidar todo esto y darte tiempos mejores, pero por favor. No me dejes sola. ¡Vuelve conmigo!- grito entre lágrimas.

Mikey agarra mi mano con fuerza, escalando un poco la columna y con mi ayuda consigue subir de nuevo a la azotea.
Su cuerpo se tumba en el suelo y yo en seguida miro su torso. Tiene varios cortes profundos en el pecho y un pequeño agujero de bala en el costado.

- Joder...- susurro mientras rasgo parte de mi ropa para hacerle presión en la herida y tratar de cortar la hemorragia.

El sujeta mi mano con fuerza mientras por primera vez, después de tanto tiempo, esboza una tierna sonrisa.

A lo lejos se escucha el sonido de varias ambulancias y coches de policía acercándose al lugar. La banda de Kisaki es la primera en alejarse de allí y todos los nuestros hacen lo mismo. Mikey y yo nos quedamos en la azotea. Ya está cayendo la tarde y un sol cálido cae sobre nosotros.

- Aguanta, en seguida llegarán los médicos- digo mientras aparto algunos cabellos que tapan su rostro.

- Creo que ahora mismo podría aguantar cincuenta balazos más solo por veros bien a tí y a Emma- susurra el.

- No digas tonterías anda, trata de relajarte. De aquí en adelante no nos vamos a volver a separar- digo mientras nuestras manos se entrelazan.

- No pienso volver a hacerlo T/N. Tengo muchas cosas que decirte- dice el con una sonrisa.