Aprieta el gatillo

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Realmente es duro enfrentarse a los hermanos Haitani. Ambos son muy fuertes y aunque estoy dando todo de mí me cuesta mucho. Sin embargo Senju parece tener bastante controlado a Rindou.
Ran por su parte, no me deja ni un segundo de respiro. Esto no va a impedir que no acabe con el.
Estoy aquí por Mikey, y por el voy a seguir adelante.
Golpeo con más fuerza a Ran hasta el punto de hacerlo caer al suelo. El se siente bastante humillado. Su rostro lo expresa todo.
Parece que no le gusta nada que toquen su orgullo. Se vuelve a abalanzar sobre mí pero esta vez tiene de nuevo aquel hierro. Parecía tenerlo escondidos bajo la ropa por lo que no me di cuenta antes.

Pero otra vez no. Esta vez no me golpeará con el.
Esquivo cada uno de sus intentos por golpearme con el. Cada vez lo hace más rápido y me dificulta los movimientos. Pero no me paro y continuo con más ganas.
Por un instante el hierro parece escurrirse de su mano y yo aprovecho el momento para darle una patada en el pecho. El vuelve a caer hacia atrás y es en ese momento cuando yo cojo el hierro.

- Estoy cansada de que nadie aquí pelee de una manera limpia, yo también haré lo mismo- digo mientras me acerco a el.
Mis patadas vuelan hacia el constantemente y espero el descuido de Ran en donde se protege el abdomen.
Es ahí cuando tengo el campo libre hacia su cabeza.

- ¡Siento ser una persona tan sucia como tú!- grito mientras golpeo con fuerza el hierro en su cabeza. Por unos segundos Ran se queda quieto, de rodillas. Hasta que cae inconsciente frente a mí.

Senju también tiene noqueado a Rindou y eso nos da camino libre para llegar hasta Mikey.
Ambas caminamos hacia el. Nadie se interpone. Mikey hace lo mismo y camina hacia nosotras.
Tengo un nudo en el estómago y me está costando mucho respirar.

Mientras nos vamos acercando hago un último intento por pararlo todo.
- ¡Mikey! - grito su nombre ya que aún está a varios metros de mí.
- ¿Por qué estás haciendo esto? Seguro que es por proteger a alguien. Pero no tienes por qué. Puedes parar todo esto. Tus amigos están luchando para recuperarte, para que vuelvas con nosotros y dejemos esto de una vez-

Mikey no responde. El sigue caminando con su mirada fría y a paso lento.

- Mikey, puedes salir del pozo en el que estás. No estás solo y nunca lo estarás. Por favor para esto de una vez-
Caminamos durante unos segundos más hasta que Mikey está a tan solo un par de metros de nosotras.
En mi imaginación todo se había quedado en silencio. Ya no se escuchaba los quejidos de las personas que se estaban pegando a nuestro alrededor.

- No debiste venir T/N. Ni tú tampoco Senju- dice Mikey mirándonos. Por un momento me pareció escuchar su voz dulce de siempre, pero no. Sus ojos expresaban una frialdad y una pena enorme. A penas podía mantenerle la vista.

- ¿ Y qué quieres que haga? ¿Qué puedo hacer para que vuelvas y estés bien?- pregunto de manera desesperada. El pecho se me agita cada vez más.

- A mi ya no me queda nada. Durante todos estos años he hecho daño a muchísimas personas que nunca serán capaz de perdonarme. Esas son las misma personas que quieren hacer daño y por ello mismo quieren mi muerte- dice Mikey.

- ¿Te alejaste para protegernos a nosotros? - pregunto.
- Esta es la última oportunidad que os doy, no me obligues a hacerte daño. A tí no T/N- suplica él.

- Senju, ayuda a tú hermano- digo sin dejar de mirar a Mikey.
- ¿Qué? ¿Estás loca? No voy a dejarte sola- responde ella.
- No te preocupes por mí, yo me encargo-
Senju me mira, mira a Mikey y no insiste más. Se da la vuelta y corre para acompañar a su hermano.

-¿Qué tiene que ver Kisaki en todo esto? ¿Por qué pareces tenerle miedo a ese imbécil?-
Mikey se queda en silencio unos segundos.
- Yo le jodí la vida a Kisaki. Hace varios años sus padres murieron por mi culpa-
¿Cómo?
-¿De qué estás hablando Mikey? ¿Cómo es eso posible?
- Esa noche yo no me encontraba bien. Era una de tantas noches en las que echaba de menos a mis padres y salí a caminar para depejarme. Comenzó a faltarme el aire y me paré en medio de la calle. No podía moverme. A lo lejos un coche se acercaba a mí, iba muy rápido. Tardó en verme y yo no me podía apartar. El conductor dio un volantazo y el coche cayó por un barranco. La pareja no sobrevivió- me explica el sin ningún tipo de mueca en la cara.

- Mikey...pero aquello fue un accidente. Tú no estabas bien. No es tú culpa. ¿Por qué dejas que te siga martirizando con eso?-

- Por Emma- responde el.
Lo miro sorprendida.
¿Qué tiene que ver ella en todo esto?

-Mikey, Emma está muerta- sus rostro parece calmarse por primera vez desde que lo he visto.
- Es difícil de creer, pero Emma está viva-
Me acerco a el y lo cojo por los hombros para mirarlo fijamente y sacudirlo.

- ¡MIKEY REACCIONA DE UNA VEZ! ¡EMMA ESTÁ MUERTA!- mi grito es tan fuerte que esta vez sí que se queda todo en silencio.
La atención de todos vuela hacia nosotros.

Por los ojos de Mikey comienzan a brotar lágrimas y la voz se le entrecorta.

- Emma está viva, Kisaki la tiene secuestrada- confiesa.
Doy unos pasos hacia atrás sin dar crédito a lo que escucho.
Niego con la cabeza.

- Eso es imposible, no puede ser. Nosotros la enterramos. Su cuerpo estaba allí-

- Kisaki lo preparó todo demasiado bien. Compro a todo el maldito mundo. Los de la ambulancia, el hospital...hasta algunos policías.
Consiguieron salvar a Emma. Pero para que yo creyera que estaba muerta le dieron una especie de liquido que hace que todo el cuerpo se paralice durante veinticuatro horas. La mujer del funeral no nos dejaba acercarnos mucho a ella para que no notáramos nada extraño.
Parece una completa película lo que estoy contando, pero es la verdad.
Kisaki tiene a Emma y tú no deberías de estar aquí. El me culpa por todo lo ocurrido con sus padres y solo me quiere hacer sufrir por lo que solo me devolverá a Emma si hago una cosa-

Sus ojos lloran con más fuerza mientras me apunta con un arma en la cabeza.
-¿ A mí? ¿ Por... porqué a mí?- digo nerviosa mientras lo miro.

- Porque después de Emma, tú eres lo que más quiero. No puedo dejar que Kisaki le haga algo otra vez. No debiste venir. Quería encontrar otra manera de recuperarla sin tener que hacerte daño-

A lo lejos puedo ver a Kisaki, cruzado de brazos y sonriendo victorioso. Todo el mundo está expectante de nosotros.

- ¡SI QUIERES RECUPERAR A TU HERMANA SOLO TIENES QUE MATARLA!- grita Kisaki a lo lejos.

- ¿LE HAS DADO PRUEBAS DE QUE EMMA SIGUE VIVA MALDITO EMBUSTERO?- le grito a Kisaki sin apartar la vista de Mikey. El hace un gesto con la cabeza y no puedo creer lo que veo cuando aparto mis ojos.

Kisaki la agarra con fuerza y le apunta a la cabeza con un arma a Emma. Ella está atada de pies y manos. Tiene la boca tapada. Sus ojos enrojecidos de lágrimas y llena de rasguños por todo el cuerpo.
A lo lejos veo a Draken caer de rodillas incrédulo de ver a Emma. No puede evitar llorar.

- Dispara- digo a Mikey sin dudar ni un segundo más. -Dispárame y recupera a tu hermana-

Mikey me vuelve a mirar con lágrimas en los ojos y me apunta de nuevo con el arma.

- Lo siento...T/N-

*Se oye un disparo*

Lo que pasó entre La toman y yo •Terminada•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora