-Farsa-

01. La quiero de vuelta conmigo

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Número 2

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Cinco

Una semana sin ella, una maldita semana sin saber nada de ella y siento que estoy a punto de morir, de rendirme.

Todo esta en ruinas, los bomberos siguen buscando en los escombros y cada vez que sacan algún cuerpo o partes de uno, siento que se me detiene el corazón, pero puedo volver a respirar cuando comprobamos que no es ella.

Constantemente me vienen pensamientos de que fue mi culpa, yo le dije que se quedara adentro, se lo ordene.

Yo la mate.

Y se que mis hermanos piensan lo mismo, aunque no lo digan. Papá ha estado liderando la búsqueda de los cuerpos y la limpieza de escombros del edificio, para encontrar pistas sobre lo que paso, pero estoy completamente seguro que al igual que todos nosotros, esta preocupado por Número Ocho.

También se que esta decepcionado, cuando le contamos todo lo que había sucedido no dijo ni una sola palabra, solo asintió con la cabeza y se alejo de nosotros.

Al finalizar el día regresamos a casa y decido irme directamente a mi cuarto pero alguien me detiene.

―¿Cinco?― Vanya agarra mi saco con fuerza para evitar que siga subiendo las escaleras.

―¿Qué quieres Vanya?

―¿Estas...estas bien?― se muerde el labio con nerviosismo y me mira con lastima.

― Si― contesto lo más firme que puedo.

―¿Por lo menos podrías fingir que te importa?― dice Diego en un tono molesto.

¿Fingir que me importa? T/n es la persona que más me importa en este maldito mundo, ¿Cómo puede pensar Diego que soy indiferente a esto?

¡Oh!, ahí esta el problema y es que Diego no piensa. Decido ignorarlo y seguir mi camino.

Yo se que sigue con vida, es inteligente, salió de ahí antes de que todo explotara.

¿Y si no fue así?

¿Y si la tomo por sorpresa como a nosotros?

El simple pensamiento me consume, siento como mi pecho se comprime y un nudo se me forma en la garganta, quiero llorar y gritar que me la regresen, la quiero de vuelta conmigo donde debería estar.

Si tan solo pudiera cambiar las cosas.

Tal vez si puedo.

Solo necesito hacer un salto en el tiempo para evitar todo lo que paso.

Un salto, sin errores.

Junto mis manos para tratar de abrir un portal que me llevara al momento exacto antes de las explosiones.

Pero salto del susto cuando alguien toca a mi habitación.

―Papá nos quiere ver a todos abajo― Luther grita del otro lado de la puerta

―Ahorita voy― ¿Por qué mis hermanos siempre llegan en el peor momento?

―Pero ya, es urgente.

Carajo

Esto tampoco puede esperar. Tendré que posponer mi plan para más tarde.

Bajo junto con Luther a la sala principal donde ya se encuentran mis hermanos, incluso mi padre.

―He localizado a su hermana― lo dice con tanta naturalidad que parece una broma.

Nos miramos entre todos confundidos, pero a la vez con esperanza.

―No hay tiempo para explicaciones, solo puedo decir que tenemos que sacarla lo más pronto posible de donde esta.

No puedo esperar a verla y saber que esta bien.

Papá nos entrega un aparato que nos guiara hasta T/n, y si de casualidad Crowe decide irse de donde esta, y donde tiene a Ocho, el aparato cambiara de dirección.

Nos subimos al carro y tomo el asiento del conductor, entre más rápido lleguemos mejor.