29. Para mí no es suficiente

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Stay - Rihanna ft. Mikky Ekko

Ocho

Ben hizo un poco de café y trajo galletas para los dos, me contó todo lo que había pasado en mi ausencia, aunque yo ya lo sabía gracias a los recuerdos de Mara, pero no quería que se fuera.

Me contó todo lo que habían hecho Cinco y Mara.

También lo que le había pasado a Allison y Klaus, por suerte ya los dos estaban bien, la recuperación de Klaus era más rápida de lo que pensaban y Allison había despertado ayer.

Eso me alegró un poco aunque al principio el saber que Mara intentó asesinarlos hizo que me hirviera la sangre.

Mire a mi hermano con detenimiento mientras hablaba, realmente no podía creer que lo tuviera frente a mí, vivo.

Los dos nos sobresaltamos cuando el sonido del elevador interrumpió nuestra plática, Ben tomó las tazas y la envoltura de las galletas para esconderlas en una esquina y se quedó ahí lo más pegado a la pared para que Reginald no pudiera verlo. Mientras con mis poderes cerré la puerta de metal sigilosamente y me senté en en medio de la habitación como si nada hubiera ocurrido.

Cruce las piernas y baje la vista para lucir lo más inocente posible.

—Creí que ya te habías olvidado de mi, padre— confesé en un tono trémulo.

—No, no me he olvidado de ti— respondió aquella voz que tanto extrañaba.

Voltee enseguida con la esperanza de que fuera una simple alucinación, pero no lo era.

Cinco tenía las manos metidas en los bolsillos de sus shorts, su mirada estaba decaída y sus ojos estaban completamente rojos.

¿Acaso había estado...llorando?

—¡Vaya, vaya! Debo confesarte que eres la persona que menos esperaba ver aquí.

—¿En serio? Y yo que estaba ansioso de verte cariño— respondió arrastrando las palabras y con eso pude darme cuenta de que realmente estaba ebrio.

—Mierda, si tan sólo hubieras tenido los huevos suficientes para bajar sobrio te creería— le reclame en un tono arisco sin que pudiera evitarlo.

—Pides demasiado, es suficiente con que esté aquí.

Para mí no es suficiente.

Voltee discretamente hacia donde estaba Ben, se tapaba la boca con ambas manos y luchaba por estar lo más posible pegado a la pared.

Nos quedamos en completo silencio, por unos minutos, ninguno de los dos se atrevió a dejar su orgullo de lado para poder charlar. Y por más que yo quisiera hacerlo no me atrevía, no sabía como hacerlo y lo odiaba, odiaba que mi cerebro se quedará en blanco siempre que estaba con ese imbécil.

Cinco me miraba de pies a cabeza una y otra vez hasta que en cierto punto me incómodo.

—¿Para qué estás aquí? Si no piensas decir nada importante será mejor que te vayas— me levanté dispuesta a alejarme de la puerta, para que viera que hablaba en serio.

—¿Por qué demonios no te quedaste con Crowe?— su pregunta hizo qué me parara en seco, quedando a espaldas de él— Todo era mejor antes de que aparecieras. Éramos felices.

Sentí como la temperatura de mi cuerpo aumentaba y una punzada de dolor recorría mi pecho.

Las lágrimas amenazaban en salir, pero las disfrace con una carcajada que resonó por todo el cubículo. Lo mire sobre mi hombro— Lamento haber explotado tu estúpida burbuja de romance y cursilería, pero no puedes hablar por todos.

Cinco me mira con resentimiento y se va acercando lentamente a la ventana— Estábamos bien antes de que regresaras, convivíamos mejor que antes, salíamos y nos divertíamos— hizo una pausa para perderse en sus recuerdos— Ella estaba a mi lado.

Me quede atónita con lo último que dijo y me voltee para quedar completamente frente a él.

—¡Ella estaba a mi lado!— repitió ahora en un grito haciendo que me sobresaltara y retrocediera un poco— ¡Éramos más felices sin ti!— siguió gritando mientras empezaba a golpear el vidrio con el puño cerrado.

El temor recorrió mi cuerpo en un escalofrío, pero eso no me impidió reclamarle—No puedes hablar por todos, mira tan sólo como están los demás. Allison está en coma gracias a ella, Klaus casi muere apuñalado gracias a ella, Ben perdió su libertad gracias a ella. Mira tan sólo el estado en el que estás y todo ¡GRACIAS A ELLA!

—¡Yo era feliz con ella!— repetía mientras seguía golpeando el vidrio una y otra vez. Por cada golpe que daba mi cuerpo se sobresaltara sin que pudiera evitarlo.

—¡Abre los ojos Cinco, tu mierda de romance fue una farsa!— respondí casi a gritos para que pudiera escucharme— Todo lo que vivieron fue una maldita mentira ¡Tienes que superarlo!

—¡Yo era jodidamente feliz y lo perdí todo gracias a ti!

—¡Eres patético y un maldito egoísta! ¡Ella solo sintió amor hacia ti porque tenía que fingir ser yo. Porque Crowe se lo ordeno! — chillé para llamar su atención y que dejara de hacerse daño.

Lo cual funciono, pero me seguía mirando con rencor— Quiero que te largues ahora mismo.

Me miró perplejo, luego miro sus nudillos ensangrentados y a su alrededor como si de repente no supiera porqué estaba aquí.

—No hablas en serio, tú no quieres que me vaya— se acercó más a la ventana con un gesto casi suplicante y yo retrocedí por segunda vez.

Cerré los ojos con lentitud dejando que finalmente las lágrimas salieran.

—Sal de aquí ahora Cinco.

Su mirada cambio por completo a una llena de melancolía—Yo... Lo siento nena, no debí venir— pero no había destello alguno de arrepentimiento.

Me dejé caer al piso en cuanto desapareció en el elevador, cubrí mi boca con ambas manos para que los sollozos no salieran, pero era inútil.

Ben estaba igual de perplejo que yo por lo que acababa de pasar, aun así se acercó y me rodeó con sus brazos.

Me dejé caer hacia él y por primera vez desde hace mucho tiempo me dejé consolar, demostrando lo rota que estaba. 

-Farsa-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora