18. Todo cambia en menos de un segundo.

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Cinco

Ocho y yo seguimos bailando hasta que nuestros pies nos dolieron, así que decidimos sentarnos en la mesa más cercana para descansar. Klaus y Allison se acercaron a nosotros y se senteron a nuestro lado, ellos también habían estado bailando.

―Ya me dio hambre― Allison fue la primera en hablar o más bien en quejarse.

―¡Uy! vamos por dulces, hace rato trajeron más― respondio T/n tomando a Allison del brazo y jalandola.

―Vi como bailaban casnova― chillo Klaus mientras me daba codazos de emoción― ¿Para cuando me van a dar sobrinos?

―Estas loco Klaus, somos muy jóvenes para eso― respondí sonriendo con la idea de un mini yo o una mini T/n.

―No importa, yo esperare― dijo mientras se recargaba en la silla y ponía sus brazos detras de su cabeza.

Puse los ojos en blanco con algo de diversión por la tonterías que decía mi hermano.

Me relaje en la silla junto a mi hermano, creo que era la primera vez que estabamos así y trate de mirar todo a mi alrededor para guardar cada detalle conmigo.

Entonces las luces se fueron, todos estabamos a oscuras y la música había dejado de sonar. Algunos gritos y cuchicheos se oían a nuestro aldededor.

Me levante alarmado tratando de buscar a Ocho, Klaus venía detras de mí.

―¿En dónde estan?― dije desesperado.

―Dijeron que iban por dulces, entonces deben estar en la mesa de dulces― contestó con obviedad.

Seguimos caminando y escabulléndonos entre la gente para encontrarlas, pero solo chocamos con Diego, Vanya y Luther.

―Aquí estan― Vanya parecia aliviada hasta que se dio cuenta que faltaban dos― ¿Allison y T/n?

―Deben estar por acá― les indique para seguir caminando.

Las luces regresaron y todo parecía estar en orden. Hasta que gritos de varias personas nos alarmaron, nos acercamos rápidamente para saber lo que sucedía.

Allison estaba tirada en el suelo con Ocho a su lado intentando reanimarla

Luther se deslizo hacia ellas para quedar a lado de Allison―¿Qué paso?

Ocho no contestaba, ni si quiera nos volteaba a ver.

―¡Contesta maldita sea!, ¿Qué carajo sucedio?― Luther le grito a T/n haciendo que se sobresaltara.

Tome a Luther por el cuello de la camisa y lo acorrale en la pared.

―¡No le grites imbecil! Mejor sirve de algo y llévate a Allison con papá.

Número Uno me miro con impotencia y luego miro a Ocho― Luego hablaremos― ordeno para después cargar a Allison.

Tome a T/n por los brazos para ayudarla a levantarse y así irnos todos detrás de Luther.

Nos fuimos directamente a la habitación del hotel donde estaba mamá. En cuanto llegamos ella y papá comezaron a revisar a Allison.

Tome a Ocho por los hombros para tratar que regresara con nosotros, puesto que estaba en un estado de shock.

―Oye, oye, ¿Estas bien?¿Qué sucedió?

―Yo...yo― sus manos temblaban y las lagrimas comenzaron a inundar sus ojos―No lo sé. Solamente estabamos comiendo cuando todo oscurecio, la llame pero no respondió, entonces...

Sus ojos se agrandaron como si hubiera visto un fantasma o algo peor.

―¿Entonces qué?

Ocho comenzó a tocar todo su cuerpo en busca de algo, hasta que lo encontro debajo de su nuca. Saco una pequeña y delgada inyección que seguía conectada a su cuello por un hilo de liquido baboso.

Se deslizo por la pared hasta quedar en el suelo aún más temblorosa y asustada. Diego y Vanya se acercaron a nosotros y les entregue la inyección para que se la mostraran a papá.

Logre oir como también había una en la nuca de Allison, luego el viejo y mamá comenzaron a murmurar.

―Niños, nos vamos ¡Ahora mismo!― ordenó Reginald mientras salía con Allison en una silla de ruedas, ella estaba inconsciente.

―Iremos rápido por nuestras cosas― respondio Klaus algo indeciso.

―¡Dejense de estupideces, dije que ahora mismo!

......

Regresamos a la mansión a tiempo para estabilizar a Allison y que revisaran a Ocho. No sabíamos lo que les habían inyectado, sin embargo sabíamos que era algo muy nocivo, ya que dejo a número Tres en estado de vegetativo.

Los efectos aún no sucedían en T/n, pero estabamos alerta por si llegaba a pasar.

Entre en la enfermería para dejarle la cena a Luther, quien era el encargado de cuidar a Allison.

Trate de hablar o de decirle algo al respecto para reconfortarlo, pero las palabras no salieron y él tampoco se animo a hablarme o si quiera mirarme. Decidí que lo mejor era dejarlo para mañana, probablemente las cosas estuvieran menos tensas.

Me dirigí a la habitación de Ocho, ella ya estaba dormida, tome su pulso y temperatura para asegurarme que estaba bien, y de milagro lo estaba. Después tome mis pastillas para dormir, ya que las pesadillas seguían apareciendo, pero las pastillas ayudaban un poco. Me puse la pijama y me acomode a su lado.

-Farsa-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora