-Farsa-

02. Me niego

Oh Ana - Mother mother

Ocho

Ha pasado una hora y no he podido dejar de llorar, ni si quiera se como tengo la fuerza para hacerlo. Muerdo con fuerza la tela que cubre mi boca para tratar de acallar mis sollozos. El dolor es tan insoportable que quema por dentro, como si alguien me hubiera arrancado el corazón.

Y hasta ahora me doy cuenta que he estado acariciando el listón en mi muñeca inconscientemente.

Crowe desapareció de la habitación en cuanto termino de contar su horrible historia y me dejo aquí para afrontar mi duelo.

A través de los espejos veo como Crowe vuelve a aprecer, mueve mi silla y trata de levantarme.

―¿Ya sufriste lo suficiente?― pregunta con indiferencia.

No puedo mirarlo, no quiero que me vea llorar, que me vea sufrir, no quiero que vea mi debilidad, pero creo que ya es demasiado tarde.

―Veras Ocho, no te conté la historia de mi infancia en vano, fue más que nada para que entendieras mi plan.

No quiero escucharlo, quiero matarlo para vengar a mis hermanos.

―Mi padre, Arturo Roy o actualmente mejor conocido como Daren Jenkins, es un maldito multimillonario, no tanto como tu querido padre, pero si tiene bastante dinero e influencias, que gano de manera sucia, cabe aclarar― todas sus palabras salían con asco y rencor― ¡Y adivina qué! tiene una nueva familia.

―¿A mi que me importa toda esta mierda?

―¡Shh! Todavía no llego a esa parte.

Pude notar como su mirada se oscurecía en un segundo.

―Como tú, como tu padre y como tus hermanos quiero cambiar al mundo.

―¡Ja! ¿En serio?¿Quieres tu propio reinado?― dije en un tono sarcástico― ¡Oh! ya sé, quieres conquistar el mundo.

Me soltó otra cachetada, no tan fuerte como la anterior pero aun así volvio a arderme la mejilla.

―No exactamente, estoy arto de la sociedad de mierda en la que vivimos, no quiero que más personas pasen por lo que yo pase.

―Por tus acciones hasta ahora, no te creo ni una mierda.

Soltó una pequeña risa llena de ironía― ¿Esperas que valla repartiendo besos y abrazos o incluso buenos deseos? Eso no cambiara nada. Lo único a lo que ellos obedecen son las fuerzas mayores, lo que es supremo y más poderoso que ellos, como tu padre.

―Él es multimillonario y muy conocido, pero hay más personas como él ¿Y eso que?

―¿No lo entiendes Ocho? no es por el dinero, en parte si. Pero es por ustedes, niños con habilidades sobrenaturales, eso es insuperable.

»Le pedí ayuda a tu padre para llevar acabo mi plan, pero como sabrás se negó rotundamente, así que decidí crear mi "propia academia" con niños superdotados. Creé un suero que altera la genética de las personas, para que así puedan desarrollar super poderes, al principio al inyectarlo en mis primeros conejillos de indias no funciono, su cuerpo ponía resistencia al suero y morían, pero después 3 jóvenes sobrevivientes hicieron un milagro, desarrollaron sus preciados poderes, para ser más exactos fueron mis hijos.

Carajo ¿Tiene hijos?

Para este punto ya veía a este hombre como un completo loco obsesionado. Pero ahora todo iba agarrando sentido, el suero, los secuestros, personas sometidas a experimentos sin su consentimiento.

Ahora mi gran pregunta era ¿Por qué me esta contando todo esto a mí?

―De seguro ya los conoces, pero para refrescar tu memoria te los presentare.

Por una pequeña puerta a lado de mí pude ver como iban entrando uno por uno.

Primero entro Helena con una radiante sonrisa en el rostro. Luego entro Adad con su cara de poco amigos. Y al final entro una chica, usaba un tipo traje militar negro, estaba usando una capucha negra que me impedía ver bien su rostro, aún así estaba segura que nunca antes la había visto.

¡Maldita sea! Debí adivinarlo, siempre se portaban de manera extraña, pero como papá fue quien los dejo quedarse no vi problema alguno.

―¡MALDITOS MENTIROSOS! ¿Cómo lograron engañar a Reginald?― grite sin poder ocultar mi ira y mi asombro.

―Unas cuantas amenazas bastaron para que el amigo de tu padre aceptara ser cómplice de mi plan.

No puedo creer que Reginald cayera en esta trampa.

―¡Felicidades! Ya tienes a tu pequeño grupito de inadaptados. Ahora dime por qué estoy aquí, ¿Por que no me has matado?

―Aquí es donde entras tú, con tu ADN puedo mejorar mis sueros Ocho, además de que serías muy útil en mi equipo.

Solté una risa algo forzada―¿Realmente crees que yo estaría de tu lado? Prefiero estar muerta.

―Oh créeme, me ayudaras quieras o no, me ayudaras a vengar a mi hermano, me ayudaras a hacerle daño a mi padre y mejor aun, me ayudaras a secuestrar a las personas en mi lista para que pueda inyectarles el suero.

―No jamás lo haría, son personas inocentes que no tienen la culpa de tus desgracias.

―Tienes razón, pero si te sirve de consuelo ya tengo otra lista con nombres de personas que sí valen la pena matar.

―Aun así no lo haré― dije mientras negaba con la cabeza.

Crowe se acerco a mi y se agacho hasta que quedamos cara a cara.

―No tienes opción Ocho.