08. No puedes juzgarme

154 16 0
                                    

Cinco

Logre convencer a papá de que yo solo podía cuidar a Ocho con la excusa de que si nos turnabamos nos atrasaríamos bastante en nuestros estudios y entrenamientos, así que era más conveniente que solo uno se atrasara en vez de todos, además de que a mi no se me dificultaría ponerme al corriente después.

Aunque de vez en cuando Allison y Vanya la ayudaban a bañarse y cambiarse.

Como ahora mismo, pero tardaban más de lo debido ya que se la pasan chismeando.

―¿Quieren salir ya? T/n se va a resfriar―dije viendo el reloj en mi muñeca, ya llevaban media hora ahí.

―Un momento más, ya casi salimos―grito Vanya entre risas del otro lado de la puerta.

Mi paciencia no dio para más así que mejor baje por un café, era eso o derrumbar la puerta y sacar a Ocho por mis propios metodos.

Hace ya dos semanas que habíamos rescatado a T/n, poco después mamá dio la indicación de que ya podía irse a su habitación para que estuviera más comoda.

Mientras me preparaba el café no pude evitar pensar en las recientes pesadillas que he tenido, todas son sobre T/n, en todas y cada una de ellas me pide que la rescate y en todas y cada una de ellas no puedo hacer nada.

―¡Hola hermanito!― Klaus me saluda sacandome de mis pensamientos, Luther viene con él.

―¿Qué se les ofrece?― pregunto antes de sorber un trago de mi café.

―Yo vine por lo mismo que tú― responde Luther comenzando a prepararse un café al igual que yo.

―¿Cómo esta Ocho? con eso de que no me dejas acercarme a ella― dice Número Cuatro con fingido enojo.

―Eres muy brusco Klaus podrías lastimarla.

Luther termina de preparar su café y se recarga en la encimera a lado de mi.

―¡Oh vamos! tendre cuidado, tenemos muchas cosas de las que hablar.

―No es no. Klaus.

Voltea los ojos con indignación, para después mirarme con los ojos entrecerrados.

―Dejame verla o le dire a todos que estas saliendo con tu hermana.

Luther escupe su café y yo trato de no atragantarme.

―¿Me lo dices a mi o a Luther?

Este último me mira mal y me da un manotazo en el hombro.

―Tú decides Cinquito― Klaus me amenaza con un tono de superioridad miestntras finge revisar sus uñas, como todo una diva.

―Yo no estoy saliendo con T/n.

―Para empezar nunca dije con que hermana. ¿Y a quién crees que le crean? A mi o al tipo que pone ojitos pispiretos cada vez que esta con ella.

Clavo mi mirada en Klaus con desafío y él hace lo mismo, nos mantenemos así unos seguntos hasta que accedo.

―Bien, pero nada de contacto físico.

Mi hermano da brinquitos de victoria―Fue un placer negociar contigo querido hermano― dice para finalmente salir de la cocina.

Vuelvo a tomar de mi café, pero la mirada de Luther sobre mi me impide estar a gusto.

―Eres el menos indicado para juzgarme― le digo para seguir con lo mio.

Mi hermano solo levanta las manos en señal de rendición y se concentra en la taza de café.

Cuando regreso a la habitación Vanya y Allison ya no estan, T/n se encuentra en su cama leyendo un libro.

―Hola, te traje un café― le extiendo la taza, pero ella la rechaza.

―No gracias.

―¿Segura?― pregunto extrañado.

―Si, estoy bien― me responde con una suave sonrisa.

Alzo los hombro y comienzo a tomar de la taza, mientras me siento a un lado de ella, T/n se recorre un poco al lado contrario para hacerme espacio.

Recarga su cabeza en mi hombro para seguir leyendo, mientras que yo tomo de mi café o el que anteriormente era suyo.

-Farsa-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora